Tal como sucedió en Techint, que en medio de la cuarentena por el coronavirus y ante la parálisis de obras despidió a casi 1500 personas, la Uocra de Rosario acusó a firmas constructoras de despedir «cerca de 300 trabajadores» desde que el Gobierno dispuso el aislamiento social obligatorio.
Este contexto sirvió, para el gremio, de acuerdo a su secretario general, Carlos Vergara, para que las compañías echen personal mediante «telegramas, acentuando la crisis laboral que arrastra el sector».
Desde su visión, esto constituye un verdadero «desastre. Estamos en presencia de un aprovechamiento y un oportunismo por parte de grandes empresas, como es el caso de Obring o Pecam en un momento difícil que requiere la colaboración de todos y, en este caso, la solidaridad de los que tienen espalda para soportar el cese de la actividad sin cargar todo el drama en los trabajadores y sus familias”.
Asimismo, comentó que la obra pública en la ciudad está paralizada y ya se registraron casi 4 mil bajas en el último año. En este momento, además, el sindicato se encuentra imposibilitado de movilizarse. Por eso, dijo que «los gremios no podemos movilizarnos ni conformar asambleas porque estamos cumpliendo el aislamiento, pero queremos que quede bien en claro que no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras nuestros compañeros pierden sus fuentes de ingreso”.
El paso a seguir, adelantó Vergara, es pedir una audiencia en el ministerio de Trabajo provincial para que dicte la conciliación obligatoria. Y, por otro lado, buscar alternativas para que no se llegue a los despidos: “Nuestro gremio siempre apostó al diálogo, y en este caso no vamos a hacer la excepción. Estamos dispuestos a mantener las reuniones que sean necesarias con los directivos de las empresas para encontrar una solución. Yo apelo a la sensatez de los empresarios, a que entiendan que hoy más que nunca el mejor camino es anteponer el bien común sobre las actitudes mezquinas”, estableció.