La crisis económica en Rosario, Santa Fe, pega con fuerza en las pymes, que no resisten las alzas de tarifas de servicios públicas y la escasa demanda. Para la UOM, en solo tres años cerraron 110 empresas, con un fuerte agravamiento en los últimos meses producto de la devaluación.
Desde el Observatorio Laboral de la Unión Obrera Metalúrgica señalaron que, con estos datos, se pretende «visibilizar la complicadísima situación y exigirle a los gobiernos nacional y provincial políticas que atenúen esta crisis que están viviendo los trabajadores metalúrgicos”.
Y ofrecen más datos: partir de febrero del 2016 y hasta el 1 de junio de 2017 comunicaron su baja al gremio 72 pymes metalúrgicas que empleaban de uno a 20 trabajadores. Por entonces se perdieron alrededor de 750 puestos de trabajo, aunque no se cuentan aquellas firmas que ofrecieron retiros voluntarios.
En 2018 la situación siguió agravándose, con «empresas carroceras, fundiciones, y en particular las fábricas de la denominada línea blanca, quedando todas bajo procedimientos preventivos de crisis, adelantando vacaciones y ofreciendo retiros voluntarios, con caídas en las ventas superiores al 30 por ciento».
Por si fuera poco, el panorama no es alentador en un año electoral como 2019: El secretario General de la UOM Rosario, Antonio Donello, adelantó que este “será un año de ajuste, en el que el gobierno deberá pagar 21 mil millones de la deuda externa que tomaron. Y eso significa un año de achique y de pérdida del poder adquisitivo. Y eso preocupa porque si no se consume no hay producción y si no hay producción no hay trabajadores”.