Rodizio Costanera, tomado por sus empleados que reclaman «apertura» y «sueldos impagos»

Son sus 60 empleados los que reclaman que reabra sus puertas y que además pague los sueldos adeudados que ya desde 2019 pagaba en cuotas. Con la pandemia dejó de pagar monto alguno y sus empleados subsistieron gracias al ATP que les otorgó el Gobierno.

Trabajadores de cocina, mozos, todos están en la puerta de Rodizio esperando una respuesta. “Sólo nos dio $6000 en toda la pandemia. Nosotros somos empleados que hemos trabajado más de 30 años para Rodizio y nos tuvimos que arreglar con un ATP de $17.000”, disparó Antonio Yapura, uno de sus delegados.

“No recibimos ninguna clase de ayuda de parte del dueño, ni obra social tenemos para nosotros y nuestras familias. Nos vamos a quedar acá hasta que nos pague lo que nos adeuda y necesitamos que abra porque queremos trabajar”.

A ésta altura y sin señal alguna por parte de la empresa gastronómica que por estar alejada de los centros urbanos no funcionó como take away ni como delivery, los trabajadores se apostaron en el lugar y esperan por lo menos funcionar con la autorización del Gobierno de CABA,  de un 25% de comensales en su interior.

El restaurante cuenta con más de 400 cubiertos y no hay un panorama claro de cuál será el desenlace. La situación empeora porque la concesión se venció en Agosto de este año y si bien por la pandemia recién se licitará en diciembre, no habrá prórrogas, señalaron en el Gobierno porteño.

Según argumentó el dueño de la firma, Juan Toselli, no puede abrir porque “La realidad es que lo tomó el sindicato, se me hace imposible abrir, necesito una plata que no tengo, entre sueldos, mercadería que debo y acondicionar el local”, una cifra que alcanzaría los 6, 7 millones de pesos con los que no cuenta.  El ve la solución en la prórroga de la concesión, pero el Gobierno porteño quiere ir a licitación abierta en marzo del año que viene debido a incumplimientos anteriores.

Rodizio tiene una deuda importante de canon que ronda los $5 millones y ya recibió varios planes de pago y moratorias que nunca se cumplieron, con lo cual hay pesimismo respecto a su continuidad, así lo manifestó  Yapura, mozo en el salón desde hace 25 años, que brindó su testimonio y señaló que no le creen respecto a la búsqueda de un socio para seguir funcionando”. BAE