Aunque es uno de los temas que genera más rispideces hacia adentro del Frente de todos, el ala Albertista en la gestión confirmó lo que se había anticipado: se implementará una segmentación en las tarifas tal como se determinó en el acuerdo con el FMI.
Una de las consecuencias de la medida que se busca conseguir es dejar de subsidiar a la población de mayores recursos. Mientras que desde un sector del Gobierno dudan sobre la factibilidad de la implementación, desde el Ejecutivo aseguran que la decisión es un hecho y que no hay vuelta atrás.
De acuerdo a lo informado, la evolución de las tarifas tiene un techo según el tipo de usuario, algo que quedó firmado en el acuerdo con el organismo de crédito. Para las personas con tarifa social, la variación tarifaria de 2022 corresponde al 40% del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) de 2021 (representa un aumento de alrededor del 21,4% en el año). Para el 10% de la población de mayores ingresos, dejarán de percibir subsidios, aunque los informes no calculan un porcentaje de subas de las boletas. Y para el resto de la población, las tarifas pueden subir hasta un 80% del CVS del año pasado (que se traduce en un aumento del 42,7%).
En ese punto las divergencias son numerosas y diversos gremios y organizaciones publicaron que, antes de decidir un aumento tarifario, era necesario “conocer y revisar a fondo cuáles son los costos de producción de gas y de generación de electricidad”, siempre en el intento de evitar la quita de subsidios.
“Quitar subsidios para realizar un aumento de tarifas sin analizar de forma minuciosa los costos reales de las empresas implica consolidar una política que ha sido perjudicial para el pueblo argentino”, manifestaron desde la Corriente Federal de los Trabajadores y la CTA.
En defensa del “bolsillo” de los argentinos “exhortamos al secretario de Energía, al ministro de Economía y al presidente de la República a evitar un nuevo aumento tarifario contra el bolsillo ciudadano”.
A ello sumaron otro argumento en el texto redactado: “es necesario que un área fundamental para el desarrollo de la vida como es el sector energético no concentre sus ganadores en un pequeño puñado de compañías, con millones de pobres con tarifas inaccesibles”, y además hicieron foco en que “se debe pagar por la energía un valor razonable, con niveles de ganancias razonables”, algo que vienen diciendo los gremios del sector desde hace tiempo.
El otro punto álgido es el cuestionamiento judicial que puede surgir respecto a la segmentación. Otro de los puntos que ponen en duda la factibilidad de alcanzar la segmentación propuesta.
Para las tres audiencias de la semana, la Secretaría de Energía subió a su página web tres documentos (uno para gas, otro para luz y otro específico sobre segmentación), en el que deja constancia de cuáles son los planes del Ejecutivo en materia tarifaria. “No son vinculantes las audiencias”, avisan desde el Gobierno al tiempo que aseguran que “no hay vuelta atrás”.
Su postura se fortalece en el criterio de que la quita de subsidios sólo contempla a aquellos usuarios ubicados en zonas definidas por el ENRE como barrios cerrados o familias con ingresos superiores a 3,5 canastas básicas.