Mientras el Gobierno nacional avanza en consultas con gobernadores e infectólogos para terminar de definir una nueva extensión de la cuarentena, las tensiones se multiplican en la provincia de Buenos Aires. Después de que el intendente radical de Tandil Miguel Lunghi amenazara con retomar las actividades comerciales el próximo lunes, aún sin el aval de las autoridades bonaerenses, la ministra de Gobierno de la provincia Teresa García salió al cruce de esos planteos afirmando que no seguir las decisiones del Ejecutivo provincial constituye “un acto de rebeldía” y cada jefe comunal deberá hacerse responsable por las consecuencias de esa decisión.
“Que un intendente diga que va a abrir le den o no autorización es un acto de rebeldía y él va a tener que poner la firma en los decretos municipales que habiliten esas actividades. Esperemos que no pase nada”, manifestó este jueves García en referencia a los dichos de Lunghi, quien horas antes había anticipado: “Si no nos autorizan, la semana que viene vamos a tener que abrir”.
La estrategia del distrito gobernado por Axel Kicillof se diferencia de la de la Ciudad de Buenos Aires en el sentido de no priorizar la reapertura comercial sino las iniciativas productivas, con todos los recaudos en materia de seguridad sanitaria. En los últimos días, el mandatario provincial incluso fue acompañado por el presidente Alberto Fernández en visitas a la fábrica de Volkswagen en Pacheco y en la planta refinadora de Axion en Campana.
“Los intendentes de Bahía Blanca, Olavarría, Campana, Vicente López y Tandil hicieron ayer un planteo de abrir si o sí. La provincia tiene determinaciones que responden al decreto nacional. Hay cosas, como la actividad deportiva, que no se pueden hacer. En el interior están habilitadas las cuestiones recreativas como las caminatas”, detalló la ministra.
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García también se dirigió al intendente de Olavarría Ezequiel Galli, también integrante de Juntos por el Cambio, quien en había expresado en redes sociales su disconformidad con la cuarentena e incluso había hecho una encuesta al respecto: “Ayer armó una encuesta propia, y lamentablemente entre el domingo y el lunes hubo 4 casos positivos y 50 aislados. Tenemos que ser muy prudentes, hay que celebrar que el interior esté libre de coronavirus, pero merece también la responsabilidad de los intendentes porque sabemos que pueden aparecer casos”.
La ministra de Gobierno también mencionó el caso del municipio de Capitán Sarmiento, comuna conducida por el ex ministro de Energía cambiemita Javier Iguacel, donde “se infectaron varios trabajadores de una empresa avícola y hay más de 120 personas que se les está haciendo el hisopado” (en referencia a la planta de Cresta Roja). “En un lugar relativamente chico la circulación pone en peligro el control que estamos llevando a cabo”, insistió.
La funcionaria fue muy dura contra quienes impulsa una “militancia anti cuarentena”, buscando “construir un relato político de confrontación con el gobierno nacional”. Al respecto explicó que “no se juega con la salud propia sino que se juega con la salud de la población”. Y agregó, apuntando específicamente a los dirigentes opositores que no tienen responsabilidad de gobierno: “Se sientan en un estudio de televisión con liviandad diciendo que es una infectadura o la cuarentena más larga del mundo y ponen en riesgo la vida de las personas”.
En cuanto al uso del transporte público en el conurbano bonaerense, añadió: “Va a seguir siendo sólo para trabajadores esenciales, está limitado a transportes interurbano, tanto colectivos como trenes”. “Lo que está habilitado por fuera de eso es el comercio de proximidad y el tránsito local”, detalló García.
Finalmente, en relación con la posibilidad de que en la Ciudad de Buenos Aires se avance con la habilitación de actividades comerciales consideró: “No se pueden tomar decisiones en Capital y distintas en Provincia, sólo nos divide una avenida”. Pero luego aclaró: “No hay disputas o peleas con Larreta, sí hay una fijación de límites de cada distrito”.