Desde el Ministerio de Producción adelantaron que con el comienzo de semana se inician también las definiciones respecto al inminente anuncio con las 60 medidas para la reactivación, que los tendrá como protagonistas. Esas definiciones llegarán de la mano de reuniones diarias con los distintos sectores, destinatarios de las medidas, de quienes se necesitarán: colaboración y entendimiento.
La idea de que el pico de contagios quedaría atrás pasado agosto, y las muestras de la gradual recuperación de la actividad económica, aceleraron las gestiones del Gobierno para arribar a acuerdos. En paralelo, Alberto Fernández, tratará de cerrar el acuerdo por la deuda o al menos definir cómo se sigue. Es una posibilidad prorrogarlo hasta el 28 de este mes, aunque lo ideal es ir poniéndole el broche a un tema que lleva meses de idas y vueltas.
Desde la cartera del ministro Kulfas trascendió una amplia agenda de mesas sectoriales. A todas ellas el Gobierno les quiere transmitir un “optimismo” con causa, como le gusta decir a uno de los funcionarios que la integra. Es que realmente los números indican que lo peor ya pasó y parece haber una «luz al final del túnel».
De hecho, a niveles productivos hay un dato objetivo que permite ilusionarse y es el aumento del consumo de energía eléctrica industrial, el termómetro más exacto de lo que realmente está pasando en las fábricas.
En realidad no es que ese número sea positivo. Es menos negativo, y eso es bastante para el lugar desde el que arrancamos. El pico de caída lo atravesamos en el mes de abril, -exactamente el día 19- con un (-42%) cifra que en mayo decreció al (-34%) en junio al (-24%) y hoy estamos en niveles menores al (-12%), es decir, cerca del esquema pre Covid, aunque es verdad que aún hay sectores con enormes dificultades particularmente en los canales comerciales por mercaderías stockeadas que no se habían vendido, producto de la recesión económica de los dos últimos dos años del gobierno de Macri.
“Ya empieza a tirar para arriba la demanda en las fábricas” se ilusionan funcionarios y empresarios. También sindicalistas. La otra pata que compone la mesa. “Pica en punta la producción y venta de maquinaria agrícola y se están encendiendo también sectores como los insumos para la construcción o los textiles”, según cuentan los hombres de negocios.
Mientras tanto, la CGT buscará avanzar en el esquema para enfrentar el presente de la crisis pandemia y el día después. El martes a las 15 a través de una videoconferencia con representantes de la UIA comenzarán a tratar el plan sobre exportaciones de la agroindustria por 100.000 millones de dólares, del cual el sector ya tuvo el visto bueno de CFK.
A la misma hora, pero en modo presencial en la sede de la Uocra, tal como fue anticipado por éste medio, habrá una mesa ampliada con -por lo menos- una decena de referentes sindicales.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, titular de la cartera que será protagonista de la mayoría de las medidas, retomará «contrareloj» encuentros diarios con los fabricantes de muebles, juguetes, electrónica, aparatos domésticos, químicos, con los cuales se irán acordando las medidas más urgentes para la reactivación.
Es también la necesidad de escuchar cuáles son las necesidades de cada sector, también de contagiar y empatizar con todos los actores para apostar a éste “plan nacional de desarrollo” que según describen cerca de Olivos es muy ambicioso “en términos de financiamiento, consumo, promoción del consumo, medidas sectoriales y de promoción regional”.
El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, José Urtubey horas antes ya había señalado en Estado de Alerta -respecto a los anuncios- que seguramente “vienen por el lado de potenciar los perfiles exportadores, agroindustriales y por supuesto también todo lo que tiene que ver con el marco federal”, cuestión que celebró. “Bienvenidas las políticas que tengan que ver con el reintegro y la baja de retenciones a las exportaciones, con valor agregado para poder empezar a dinamizar la economía”, había manifestado el industrial.
