En el contexto de la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional para intentar aplanar la curva de contagios del coronavirus, los docentes de escuelas privadas agremiados en Sadop plantearon una serie de problemas derivados de la continuidad escolar en forma virtual, por medio de la que se ha decidido continuar con el ciclo lectivo tanto en el nivel primario como secundario.
En un comunicado del gremio explican que “para garantizar la continuidad de las trayectorias educativas el gobierno bonaerense estableció el Plan de Continuidad Pedagógica, a fin de que las y los estudiantes puedan seguir con el proceso educativo desde sus hogares”. Desde Sadop reconocen que para garantizar este funcionamiento se implementaron una serie de acciones destinadas a facilitar la tarea de los docentes, pero también denuncian que “las y los trabajadores de las escuelas de gestión privada comienzan a vivir tiempos de zozobra, de presiones, de malos tratos y de incertidumbres laborales”.
Al respecto, detallan: “La nueva metodología propuesta por el gobierno, el trabajo a distancia, implica una continuidad pedagógica con requerimientos específicos y, para garantizar esa continuidad, el Estado Nacional y el Estado Provincial comenzaron a brindar a las y los docentes algunas herramientas como plataformas educativas sin consumo de datos móviles, cuadernillos pedagógicos, programas educativos que se transmiten por la Televisión Pública, las Radios Públicas y las Radios Comunitarias, aulas virtuales a disposición de las y los docentes, etc. En el sector de la Educación de gestión privada, sin querer generalizar, hemos encontrado una transferencia de las responsabilidades que recaen exclusivamente en las y los docentes, quienes tienen que ingeniárselas para lograr llegar a sus estudiantes”.
En este sentido, denuncian que muy pocas escuelas generaron “campus virtuales o plataformas digitales” donde desarrollar las tareas docentes, por lo que la absoluta mayoría de los docentes tiene que trabajar desde sus propias computadoras o teléfonos, haciendo pública información privada como sus número telefónico personal, etc. Además, el mecanismo trae aparejado un consumo extra de datos, teléfono y un uso extra de los propios aparatos electrónicos, que en ningún caso está contemplado como recurso laboral y cuya eventual rotura debe ser cubierta con “el magro salario docente”.
Además, remarcan que en la modalidad virtual se naturaliza una exigencia laboral por fuera de los horarios habituales, que debería problematizarse. “Es habitual observar en directivos, pero sobre todo en representantes legales, que habilitan las consultas de las familias “a cualquier hora”, es decir que las y los docentes no solo deben estar disponibles durante la carga horaria que les corresponde, sino que también lo deben hacer a toda hora”, explican.
También señalan que “las y los docentes de Informática o de Nuevas Tecnologías, docentes que en muchos casos son considerados “extraprogramáticos” y cobran un salario menor, produciéndose una clara discriminación respecto a sus colegas, y que en estos tiempos han sido la rueda de auxilio de muchas escuelas que no estaban preparadas tecnológicamente para estos tiempos”.
“Las y los docentes, no solo deben lidiar con las tareas propias del cuidado de su familia, sino que además tienen que asumir sus responsabilidades estrictamente laborales extendidas ahora a cualquier horario. Por supuesto que esto está repercutiendo negativamente en la salud de las y los docentes del sector”, añaden.
Desde la Conducción Nacional del SADOP se ha impulsado una encuesta para las y los trabajadores del sector de todo el país, que busca obtener datos sobre esta realidad y actuar en consecuencia, acompañando en ésta situación.
“Nos preocupa también la situación de las y los docentes que están cumpliendo con suplencias, o quienes tienen que renovar licencias por enfermedad. Lamentamos que los inescrupulosos de siempre pretendan ahorrar un salario dejando sin tareas a docentes suplentes, o negando la reincorporación a docentes titulares, o solicitando documentación imposible de obtener en esta situación. La legislación laboral no ha cambiado, ni se encuentra suspendida – muy por el contrario – en estos tiempos se generaron normativas de mayor protección a las y los trabajadores, y no hay lugar para las especulaciones. Es responsabilidad de los empleadores cuidar las fuentes de trabajo y la calidad del mismo”, añadee el texto de Sadop.
Finalmente, denuncia “el no cobro del salario o el cobro parcial”. En especial, en algunos niveles como el inicial, “con niveles preocupantes de amenazas de pérdida de las fuentes de trabajo”. El 7 de abril venció el plazo legal para el cobro de los salarios del mes de marzo, pero a partir de allí “más y más escuelas de gestión privada de la Provincia de Buenos Aires informaban a sus docentes que no iban a cobrar o que iban a cobrar parcialmente, ya sea un porcentaje del salario o sin el aumento obtenido en el acuerdo paritario”. “Nuevamente el hilo se corta por lo más delgado, las y los trabajadores”, añadieron. Y concluyeron: “Exigimos responsabilidad en quienes conducen las escuelas, que entiendan que la Educación no es un negocio, que son parte del sistema público de Educación, y que las y los trabajadores de escuelas de gestión privada tienen los mismos derechos que las y los trabajadores del sector estatal. Los empleadores privados y las cámaras empresariales que los aglutinan deben estar a la altura de las circunstancias”.