Este martes la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) fijó nuevas medidas para las empresas de colectivos y micros por medio de la Disposición 28/2020, publicada en el Boletín Oficial. Los nuevos protocolos alcanzan al transporte automotor urbano de pasajeros, al transporte automotor interurbano de pasajeros y al transporte automotor de cargas generales y peligrosas, como así también a las terminales de ómnibus y ferroautomotoras.
La disposición detalla que en esta “tercera etapa de cuarentena focalizada” se autoriza el funcionamiento de más actividades esenciales, lo que genera un mayor movimiento de la ciudadanía en el espacio público. En consideración de esta situación, más las crecientes estadísticas de contagios en la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana, se planteó la necesidad de reforzar las normas preventivas en el transporte, sosteniendo precauciones previas como la prohibición de que viaje gente de pie.
Así se estableció que para los servicios de colectivos la frecuencia corresponderá a la “hora valle” (el tramo de menor movimiento) de cada día de la semana, lo que para la mayoría de las líneas implicará un lapso entre unidades de 10 a 15 minutos. Las empresas deberán garantizar la provisión de alcohol, alcohol en gel o “cualquier otro insumo que recomiende el Ministerio de Salud en lugares de fácil acceso” y en las terminales deberá ser constante el suministro de insumos para el lavado de manos del personal. También deberán proveer barbijos a choferes y otros trabajadores de la empresa.
A menos de una semana de que se hiciera público el primer caso positivo de un chofer (en la línea 266, de zona sur del Gran Buenos Aires, confirmado el pasado 23 de abril), los trabajadores de las empresas de transporte manifiestan dudas sobre el cumplimiento real de todas estas medidas por parte de las empresas, que además están llevando adelante una serie de reclamos por el pago por parte del gobierno de subsidios atrasados, y esperan que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) garantice que se lleven efectivamente adelante los protocolos.
Se confirmó el contagio de un chofer de la línea 266, de zona sur del Conurbano
La temperatura de los choferes será controlada periódicamente y ante cualquier síntoma el trabajador tomará el servicio y se lanzará el protocolo sanitario correspondiente. Cuando el colectivo lo permita, se clausurará la puerta delantera, se garantizará una mampara transparente de aislación para el chofer y se anularán los primeros asientos para minimizar las posibilidades de contagio.
También se deberá instalar una señal de distanciamiento respecto de los choferes de 1,5 metros para el pasaje. Cada colectivo deberá ser desinfectado mediante un pulverizador rociador con una solución desinfectante a base de alcohol, lavandina u amoníaco antes de cada vuelta. También se señalizará el distanciamiento mínimo en las paradas de colectivos (una medida que casi con toda certeza no se lleve adelante, considerando que hay líneas de colectivos que cruzan el área metropolitana de punta a punta y tienen cientos de paradas).
Se tenderá a “minimizar el contacto físico a través de la circulación de elementos, incluidos papeles y dinero, y fomentar el uso digital en cualquier transacción” y todo el personal deberá ser capacitado en relación con los protocolos y normas relacionadas a la pandemia Covid-19. En las terminales los choferes deberán mantener el distanciamiento y no podrán compartir el mate, por ejemplo. En este sentido, las empresas también tendrán que difundir medidas de prevención al público usuario y empleados mediante la cartelería en lugares visibles.
Aunque por el momento está suspendido, las medidas también se aplican al transporte interurbano, aunque adaptando los protocolos de distanciamiento al esquema de trabajo con dos choferes que adoptan la mayoría de las unidades de este tipo.