Por unanimidad se aprobó en Diputados la modificación del Impuesto a las Ganancias que beneficia a más de un millón de trabajadores

Finalmente se aprobó -en General- a las 7:45 horas -con 241 votos positivos y tres abstenciones- el proyecto de Ley 20.628 para la modificación del Impuesto a las Ganancias. Ya apostaban tener los votos para dar media sanción a la iniciativa que exime del pago del Impuesto a quienes cobran menos de $ 150.000 brutos o hasta el equivalente de ocho haberes mínimos, pero sorprendió la contundencia del resultado alcanzada a la hora de «alzar» las manos de todo el arco político.

Sin votos negativos, la maratónica sesión quedará registrada como un día “notable” dentro de las escasas conquistas laborales en pandemia y en un día muy poco habitual –sábado-, la Cámara Baja le dio media sanción  al proyecto de ley que beneficiará a 1,2 millones de trabajadores con el ojo puesto en la reactivación del consumo interno, capacidad de compra que pueda generar alguna reacción positiva de una economía recesiva desde hace por lo menos tres años.

Esta era una de las luchas detrás de la que el sindicalismo lleva muchos años, y si bien no resulta suficiente, desde todo el movimiento obrero reconocen las dificultadas macroeconómicos que existen y en ese contexto celebran que se avanza gradualmente al objetivo final que es la exención de lo que se considera un «impuesto al trabajo».

Se trata del proyecto de ley impulsado por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que es retroactivo a enero, y que establece, además, que no tributarán el impuesto el reintegro de gastos de guardería para los hijos de hasta tres años. En tanto, se duplica la deducción por hijo con discapacidad. Además, se prorroga la exención en el impuesto a las horas extras del personal de salud por la pandemia de Covid-19.

El proyecto massista preveía un esfuerzo fiscal de $ 40.000 millones, aunque con las modificaciones que se le fueron agregando, ese monto,  de acuerdo a lo informado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) ese monto superaría los $ 47.000 millones.

De acuerdo al oficialismo, ese “déficit” se cubrirá con lo que se recaude por IVA a partir de la reactivación del consumo que se producirá con la sanción de esta ley. Es por ello que, en paralelo, el Ejecutivo envió al Congreso un proyecto de ley que, en lugar de reducir al 25% el impuesto a las Ganancias para las empresas, tal como establecía el Pacto Fiscal sancionado durante el 2018, genera un nuevo esquema de alícuotas para así incrementar la recaudación.

Para ello, establece una alícuota del 25% sobre todas las ganancias para las firmas que registren ingresos netos anuales por debajo de los $ 1,3 millones; una alícuota del 30% para el excedente de entre $ 1,3 millones y los $ 2,6 millones que registren las compañías y un pago fijo de $ 325.000; una alícuota del 35% para las sociedades que ganen más de $ 2,6 millones, más un cargo fijo de $ 715.000. También, se fija una alícuota del 7% sobre la distribución de utilidades, que lleva a la alícuota marginal más alta al 39,55%.

Durante abril se convertirá en ley en el Senado de la Nación donde ya se trabaja para contar con la norma que será retroactiva al mes de enero.