Por la gran devaluación el Gobierno intentará moderar la suba de tarifas

Estamos frente a un quiebre en la forma de encarar la política energética o por lo menos ese es el intento de Mauricio Macri al desplazar a Juan José Aranguren. La llegada de Javier Iguacel al Ministerio de Energía  implica que la política energética y tarifaria empezará a tomar nuevo rumbo para transitar el año y medio que queda por delante de gobierno.

Ya no se preguntan tanto desde el gobierno por la reelección, sino cómo salir de este atolladero para terminar un período que en lugar de mirar el futuro, tuvo que concentrarse en el presente. Y según afirman en el entorno de Iguacel, no se irá ciegamente al libre mercado, como lo había trazado el Gobierno, sino que se negociará con las empresas para reducir el impacto que la devaluación del peso y el precio del petróleo podrían tener en las tarifas y en los combustibles.

Esto se debe a que la devaluación fue bastante mayor a lo esperado, que además se conjugó con la suba del petróleo, por lo tanto hay que barajar y dar de nuevo. Por lo tanto, hay que volver a negociar con todas las empresas petroleras, generadoras, distribuidoras. Eso le han pedido al flamante ministro.

La pregunta que importa es si finalmente van a subir las tarifas. “No se puede decir que no van a subir, sería una mentira de nuestra parte. Pero no tendrán la evolución pactada o, por ahí, no es necesario que se llegue al último escalón de recomposición que estaba previsto”, reconoció Iguacel.