Por la devaluación, el tarifazo eléctrico sigue lejos de cubrir los costos de generación

Según un reciente informe del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” la crisis energética del país sigue siendo grave, con un aumento de la compra de combustibles y gasoil al exterior, una fuerte caída de la producción de hidrocarburos y aumentos de costos de generación eléctrica que no llegan a cubrir ni los violentos tarifazos ni el aumento de los subsidios estatales.

Pese al discurso en contra, el Gobierno de Mauricio Macri aumentó un 46% los subsidios energéticos durante 2018 ($126.791 millones), pero los costos de generación de energía eléctrica aumentaron un 127%, con lo que los precios de la electricidad a nivel mayorista aumentaron un 146% mientras que la demanda retrocedió un 3,4%. Así, aún pese al aumento violento de las tarifas que pagan los consumidores, el aporte de los usuarios apenas cubre el 50% del costo real de producción de la energía, siendo cubierto el resto por los subsidios estatales.

El estudio concluye afirmando que “el esfuerzo que ha hecho la población en pagar la recomposición tarifaria no ha logrado su objetivo primordial: cubrir un mayor porcentaje del costo de generación”.

Más en general, pese a que la balanza comercial energética fue superavitaria gracias a un importante aumento de las exportaciones, sólo se logró un superávit de 11 millones de dólares y se mantiene un déficit acumulado de USD 2.541 millones. Si bien las exportaciones de energía aumentaron un 82%, también crecieron las importaciones de combustibles y lubricantes en un 21,5% (USD 1.045 millones extra). Según el informe, las compras de naftas al exterior aumentaron 174% en el último año, mientras que las de gasoil lo hicieron en un 18,7%.

Por otra parte, también siguen cayendo consistentemente las cifras de producción de petróleo nacional, más allá del auge de los hidrocarburos no tradicionales en Vaca Muerta (las cuencas Neuquina y Austral donde se ubica, que representan el 93% de la explotación nacional, mejoraron un 3,1 y un 14%). Según el informe citado, las principales cuencas hidrocarburíferas del país mostraron un pronunciado declive en el último año. La Cuenca Noroeste perdió 16,2% de su nivel de producción de petróleo, la Cuenca Cuyana cayó 6,7% y la del Golfo de 3,3%, 9,9% y 10,5%, respectivamente.