Por el aumento del crudo internacional, prevén más despidos en Vaca Muerta

Tras los ataques contra oleoductos en Arabia Saudita por milicianos houtíes, en el marco del conflicto en Yemen, el precio internacional del petróleo variedad Brent llegó a tocar los 71 dólares por barril. Luego el mercado se tranquilizó y el barril bajó hasta poco más de 65 dólares. El brusco aumento de los precios internacionales del petróleo suma más presión contra el congelamiento de los combustibles dispuesto por el Gobierno, lo que podría traducirse en nuevas suspensiones y despidos en Vaca Muerta.

Los ataques de los rebeldes hutíes yemenitas contra los oleoductos de la compañía petrolera estatal saudí Aramco (que afectan al 5% de la producción del país, más de 5 millones de barriles diarios, que es el principal proveedor mundial de hidrocarburos) generaron un inmediato impacto en la cotización internacional del barril de crudo. Luego la decisión estadounidense de liberar reservas de su país para garantizar el suministro mundial, logró que la cotización baje desde el pico de 71 dólares a 65,40 en el caso del Brent, y a 59,28 en el del WTI, lo que de todos modos implica una suba de casi 5 dólares respecto del cierre del viernes pasado.

En nuestro país, mientras en Vaca Muerta se suspenden miles de trabajadores petroleros y la fuga de gas de un pozo en Loma La Lata complican las actividades cotidianas, se esperan más conflictos derivados del congelamiento del barril criollo, decidido por el Gobierno de Mauricio Macri luego de la debacle electoral del oficialismo en las PASO, buscando aminorar el traslado a precios de la devaluación subsiguiente.

El Decreto 566/2019 fijó el barril criollo en 59 dólares, con un tipo de cambio a 45,19 pesos. Desde la Secretaría de Energía de Gustavo Lopetegui se admitió que ese valor del dólar era irreal y luego de una flexibilización (la inyección de $1.500 millones en subsidios) se subió a $49,50. Con ese esquema se fijaron los precios de naftas y el gasoil en los surtidores hasta noviembre.

Con la disparada del precio internacional, el congelamiento implica un desfasaje de hasta 13% en dólares para los combustibles locales, lo que podría derivar en más baja de equipos, suspensiones y posibles despidos en Vaca Muerta, al tiempo que complica los planes de inversión para 2020.