Polémica entre empresas y gremios por las jornadas de los choferes de larga distancia

Luego de que en las pasadas semanas se registraran varios accidentes con micro ómnibus de dos pisos, la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi) avaló este jueves la decisión del Gobierno Nacional, por intermedio del Ministerio de Transporte de Mario Meoni, de avanzar con una evaluación técnica de la viabilidad de este tipo de vehículos y de crear una Comisión de Evaluación de Jornada de Trabajo, para aplicar penalidades y sanciones por el incumplimiento de los correspondientes descansos para los conductores. Los gremios de choferes denuncian que no se cumplen con los períodos de descanso reglamentarios.

Los ómnibus de dos pisos y los choferes de larga distancia volvieron a quedar en el foco de análisis después de que este martes un nuevo accidente en la ruta 2 se cobrara dos vidas y dejara a 30 personas heridas. Sólo en los últimos cuatro meses se registraron cinco accidentes en este tipo de vehículos, con nueve pasajeros muertos y 73 lesionados.

El vocero de la Celadi, Gustavo Gaona, aseguró que la cámara empresaria acompaña la decisión del Ministerio, manifestándose dispuesta a colaborar con “cualquier estudio y análisis que mejore la seguridad en el trasporte vial en la Argentina”. Luego añadió: “Si bien las autoridades son nuevas y entendemos que lo quieran estudiar, se han hecho muchísimos estudios en los últimos 20 años, todos dando buenos resultados que sugirieron mejoras que se implementaron”.

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En cuanto a la evaluación de las jornadas de trabajo de los conductores, Gaona consideró que es “un espacio muy interesante de trabajo y análisis”, ya que las mismas “tienen que estar acordes a los tiempos que corren y las necesidades de un trasporte como es el ómnibus de larga distancia que recorre todo el país y vincula a más de 1.600 destinos”. “Nosotros nunca nos oponemos a los controles, al contrario, creemos que son muchos y buenos aunque podamos tener diferencias desde lo metodológico”, remarcó.

El vocero además destacó que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) controla “no solo el estado de las unidades sino también el descanso de los conductores, su estado de salud y realiza tests de droga y alcoholemia” en todas las terminales de micros más importantes del país. “No exagero al decir que el servicio público larga distancia es tal vez el sistema de transporte público más controlado hoy en la Argentina”, remató.

Pero los gremios de choferes no están de acuerdo con esta evaluación. Tanto la de Unión de Conductores (UCRA), que integra la CTA Autónoma (CTAA), como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) denunciaron que en muchas empresas no se respetan los tiempos de descanso entre viaje y viaje.

UCRA directamente denunció una “sobreexplotación” de los conductores por parte de las empresas, incluyendo a Vía Bariloche, la dueña del micro siniestrado esta semana, señalando que los horarios de los choferes se registran en “una libreta de trabajo manual, lo que representa un instrumento de fácil manipulación de los horarios de descanso para los deficientes controles de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y la propia Gendarmería Nacional”. En este sentido, recordaron un reclamo histórico del gremio para implementar un sistema de tarjetas magnéticas o de huellas dactilares, para garantizar el cumplimiento del reglamento.

Mario Calegari, secretario de prensa de la UTA, explicó: “El descanso entre jornada y jornada tiene que ser de 12 horas. Algunas empresas obligan a los trabajadores a ceder ese tiempo en función de la necesidad del servicio que prestan. No respetan el descanso que tienen que darle a los trabajadores”. El Convenio Colectivo 610/2010 detalla que “la jornada laboral podrá ser discontinua o interrumpida, no contándose como laborada la pausa entre los dos lapsos de trabajo efectivo y podrá fraccionarse en dos turnos diarios, respetándose el descanso semanal o su compensación por el sistema establecido en la Ley de Contrato de Trabajo”.

Caligari también denunció que otra práctica habitual de las empresas es lo que se llama “rebote”, cuando el chofer deja pasajeros en destino y vuelve a cargar para regresar al lugar de partida. Otra irregularidad es que en muchos casos los choferes duermen en unas cuchetas en las mismas unidades, cuando “las empresas deben dar el descanso del trabajador con un viático que se les paga y un hotel”.

“Las empresas hacen trabajar a los trabajadores como máquinas tragamonedas las 24 horas. Muchas no tienen el personal necesario para concluir la cantidad de servicio que tiene que brindar. Yo me puedo negar a salir pero nunca más entro a una empresa de transporte”, concluyó el gremialista.