Los días martes 13 y miércoles 14 de mayo la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) llevó adelante su 14° Plenario de Delegados y Delegadas en la sede del Club Español, bajo el lema: “Para construir un programa de la clase trabajadora”. Después de diversos paneles, en el cierre se planteó la necesidad de avanzar hacia un frente sindical de los gremios dispuestos a luchar contra el Gobierno de Javier Milei, más allá de a qué central de trabajadores pertenezcan.
En su intervención en el cierre del evento, en la mesa titulada “Situación de los trabajadores frente al ataque neoliberal” (que también contó con la participación del titular de ATE nacional Rodolfo Aguar, del secretario General de la Federación de Obreros Ceramistas Domingo Moreyra y del titular de la CATT y de Fempinra Juan Carlos Schmid) el secretario General de la Federación de aceiteros Daniel Yofra recorrió brevemente la historia del gremio, recordando que en 2010 los trabajadores del sector cobraban “salarios de hambre” pero que con una nueva conducción que puso en el centro el mecanismo democrático de las asambleas y una disposición a luchar se alcanzó la actual situación salarial (aceiteros es uno de los gremios con el básico más alto del país), a la que no están dispuestos a renunciar pese a la ofensiva del Gobierno “de empresarios” de Milei.
En este sentido, reivindicó el reclamo el gremio levanta hace años en relación con un salario que cumpla con las nueve dimensiones garantizadas tanto por el artículo 14bis de la Constitución Nacional y de la Ley de Contrato de Trabajo: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Y luego enfatizó la necesidad de que los trabajadores se formen para dar una “batalla cultural”, fortalezcan su “consciencia de clase”, apuesten por la unidad para enfrentar al Gobierno (“No puede ser que tengamos compañeros que crean que Milei los va a salvar”) y tomen la lucha en sus manos, sin esperar a “Mesías o políticos salvadores”: “Nada ni nadie nos va a salvar si no ponemos de pie a la clase trabajadora. Tenemos que salir a dar batalla, a hacer huelga, a sostener lo que tanto nos ha costado ganar. Porque nadie nos regaló nada”. Al respecto, propuso que los trabajadores le presenten a cada nuevo gobierno un programa de reivindicaciones de clase, como lo hacen los empresarios. En cuanto a la perspectiva de unidad, anticipó una propuesta de frente sindical de gremios dispuestos a luchar: “En el corto plazo nos vamos a estar juntando para dar la batalla contra el Gobierno”.
A su turno, Aguiar planteó la necesidad de avanzar con un frente sindical de este tipo, que pueda organizarse con independencia de la pertenencia a una central sindical u otra para llevar adelante un enfrentamiento a un Gobierno que impulsa políticas similares a las de la última dictadura cívico-militar, buscando “destruir miles de puestos de trabajo y demoler nuestros ingresos”, al que hay que “enfrentar en las calles”. El dirigente estatal consideró que a más de un año y medio de la gestión libertaria, “la batalla cultural se encuentra más equilibrada” porque el Gobierno perdió “consenso social”. Por eso hay que aprovechar para discutir “supuestas verdades” como el crecimiento económico, la reducción de la pobreza, etc. Para terminar, propuso suspender el pago de la deuda e investigar su carácter ilegítimo y vaticinó que al fin de la gestión muchos referentes oficialistas van a terminar presos.
Domingo Moreyra, secretario general de la Federación de Obreros Ceramistas (FOCRA), describió la difícil situación que atraviesa su sector debido a la apertura de importaciones indiscriminada y los despidos y reafirmó la necesidad de resistir a la ofensiva gubernamental “con uñas y dientes”. Juan Carlos Schmid, a su turno, planteó que los cambios profundos en la constitución de la clase trabajadora pueden demandar revisar los métodos de lucha tradicionales y rescató la ubicación de los trabajadores del transporte en algunos centros neurálgicos para el comercio internacional, que hay que hacer pesar. También defendió la perspectiva de “un frente que exceda lo sindical y tenga incidencia en la discusión política”.
Los más de 150 delegados de todo el país, que participaron muy activamente en todos los debates, tuvieron oportunidad de plantear sus reflexiones en paneles con aportes de especialistas que introdujeron los temas, entre ellos los de “Crisis global y sus efectos sobre la clase trabajadora”, “El modelo de país bajo la mirada obrera”, “La lucha por la salud ante el avance del capital”, “Conflictos y desafíos de la negociación colectiva”, “Negociaciones salariales aceitera y desmotadora”y “Deuda externa y política de ingresos”, además de la mesa de cierre del encuentro.