Paro gremial en todas las líneas de 13 a 15 horas. Metrodelegados: «Walter Berhovet es una nueva víctima fatal por exposición al mineral cancerígeno asbesto en Subtes»

Los trabajadores de subterráneos realizan un paro total de dos horas del servicio en todas las líneas del Subte y el Premetro de 13 a 15 horas y de 10 a 12 horas en los talleres de Lacarra, Polvorín, Canning y Constitución. La medida de fuerza fue convocada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), denunciando que Walter Berhovet, quien trabajaba en la línea D, es el quinto fallecimiento atribuido a la presencia de este mineral cancerígeno en la red de subterráneos porteños.

El comunicado oficial donde define esta acción como «medidas de autodefensa», del sindicato conocido como los Metrodelegados, confirma que el fallecimiento se produjo como «víctima de cáncer de pulmón producto de la exposición al asbesto”, especificando que se suma a los 114 trabajadores municipales afectados por el mineral, reconocida por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

«Todas las personas que trabajan en el subte y premetro deben incorporadas a vigilancia médica, que debe extenderse a las y los trabajadores jubilados, dado que el período de latencia de la enfermedad es de varias décadas», expresan con su firma el Secretario General del sindicato, Roberto Pianelli, y el Secretario Adjunto, Néstor Segovia.

Por su parte desde la empresa concesionaria del servicio de transporte, Emova, deslindan toda responsabilidad por el fallecimiento de Walter Berhovet, declarando que «el trabajador se encontraba internado a raíz de un cuadro clínico asociado a una condición médica preexistente, de evolución compleja, no existiendo hasta el momento elementos clínicos concluyentes que permitan establecer una relación directa entre su situación de salud y su historial laboral”.

Asimismo el gremio enfatiza en la denuncia que es «la quinta víctima que tenemos que lamentar un fallecimiento por causa de exposición al asbesto». «No queremos seguir lamentando muertes que se pueden evitar», concluyen, «nadie tendría que morir por su trabajo».