El Gobierno de Javier Milei viene cumpliendo con su objetivo de congelar casi completamente su inversión en obra pública, avanzando con le traspaso de las obras de infraestructura en curso a las provincias, subejecutando brutalmente partidas para el área y haciendo una previsión presupuestaria mínima de gastos en el sector para 2025. El contraejemplo es el de la provincia de Buenos Aires, que triplicó su presupuesto 2025 para obra pública, apostando a la generación de empleo por esta vía.
Datos oficiales de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía confirman que hasta agosto el Gobierno devengó casi 100 mil millones de pesos menos que en el mismo período del año anterior en el rubro “Inversión real directa”, lo que si se suma el efecto de la inflación implica un recorte de 23,4%. En un desglose por rubros se constata que dentro de este ítem, lo que más cayó fue “Transferencias de capital a las provincias y municipios” (con un retroceso de 84,3% interanual), lo que plantea graves problemas para las administraciones provinciales y municipales que necesitan completar los proyectos de infraestructura en curso y que además se quedaron sin la fuente de empleos que implicaban los mismos.
En los últimos meses, Nación fue firmando con las provincias acuerdos de “traspaso” de estas obras y proyectos, con lo que la continuidad de las mismas quedó pegada a la situación financiera específica de cada distrito local. En algunos casos se continuaron, asumiendo las arcas locales los costos, y en otros las obras quedaron paralizadas. Varios gobernadores vienen denunciando también graves incumplimientos nacionales respecto de lo comprometido al momento de la firma de los traspados de obras. En muchos casos, además las constructoras reclaman deudas millonarias, lo que suma malestar al empresariado del área, que vio desaparecer una importante fuente de actividad. Por supuesto, esto también impactó en el empleo en la construcción y desde la UOCRA denuncian la pérdida de cerca de 150 mil puestos de trabajo.
Confirmando el ranking de prioridades del oficialismo, el Ministerio de Infraestructura también confirmó una importante subejecución de partidas: Planificación y Desarrollo Territorial ejecutó apenas un 42,42% del presupuesto asignado, Producción Integral y Acceso al Hábitat un 34,53% e Integración Socio Urbana sólo un 6%. El presupuesto de 2025 prevé un recorte de los créditos Procrear del 36,2% mientras que para el Fondo de Financiamiento de Vivienda Social se establece un recorte de 52,8%. Lo mismo pasa en la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) sólo ejecutó el 15,6% de las partidas para “Ejecución de infraestructura vial para el desarrollo económico, social y productivo”, el 13,8% de “Repavimentación de rutas nacionales” y el 6,32% de “Construcciones de obras viales fuera de la red vial nacional”.
En absoluta contratendencia, el ministro bonaerense de Infraestructura y Servicios Públicos Gabriel Katopodis anticipó que la Provincia asumirá la reactivación de más de 350 obras abandonadas por Nación (incluso en áreas clave como el desarrollo infantil, infraestructura universitaria y proyectos hídricos) y remarcó que para el presupuesto provincial 2025 se prevé triplicar el presupuesto previsto para el área en este año. En enero de este año el presupuesto ascendía a 248,4 mil millones de pesos, pero ese monto ya se llevó a 516,8 mil millones y se proyecta que para diciembre llegue a 695,9 mil millones (una triplicación del monto inicial).