Este jueves el ministro de Trabajo Claudio Moroni confirmó que el Gobierno nacional evalúa cambios en el Monotributo, un régimen que por su funcionamiento actual más bien constituye un acceso a la formalidad laboral.
El comentario de Morono se produjo en el marco de la conferencia “Políticas para promover el empleo”, una reflexión que incluyó el problema de la informalidad en el mundo del trabajo organizada por el Centro para la Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE) de la Universidad Torcuato Di Tella. Allí, el funcionario consideró que el empleo irregular “es un problema que hay que abordarlo desde muchos puntos de vista” y reconoció que “no es solo problema de normas laborales sino de normas impositivas”. “Hay montones de barreras de acceso a la formalidad que no tienen solo que ver con las normas laborales”, insistió.
Monotributistas independientes piden suspensión del cobro del tributo durante la emergencia
Luego añadió: “Estamos trabajando con la AFIP y el Ministerio de Economía en una serie de enfoques respecto del monotributo”. A continuación detalló que se están revisando “los sistemas de pago” del régimen simplificado. “Lo que se pensó como un sistema de inclusión termina siendo una barrera de acceso”, sostuvo el ministro de Trabajo.
Según datos de la cartera laboral en nuestro país 1,5 millones de personas están inscriptos como monotributistas, cifra a la que hay que sumar unos 360.000 “monotributistas sociales”. Desde inicios de año, cuando se aplicó un brutal aumento del 50% a las cuotas que pagan los monotributistas, y especialmente luego del inicio de la pandemia, se vienen multiplicando las voces que reclaman la exención de pago del tributo, en un contexto en el que la mayoría de los trabajadores ni siquiera están facturando por falta de ingresos.
En cuanto al contexto económico de crisis generado por la epidemia de coronavirus, Moroni anticipó: “Todo indica que vamos a tener una salida larga y que tendremos que generar mecanismos de adaptación”. Según el funcionario, de todos modos, gracias a las políticas estatales de defensa del empleo, los registros de trabajo formal sólo han caído 2,5% en el país desde el mes de marzo, cuando se estableció la cuarentena. “Por lo que podíamos prever ante la pandemia, los mecanismos de defensa del contrato de trabajo (como la prohibición de despidos) y la asistencia a las empresas y sus empleados, funcionaron bien”, afirmó.
Para terminar, el funcionario anticipó que algunos sectores laborales “rebotarán” más rápido tras el fin de la epidemia, como es el caso de la construcción privada, mientras que otros llevarán más tiempo. “Es muy difícil hoy plantear escenarios muy claros sobre cada uno de los sectores. Por ejemplo, qué sabemos qué pasará con la industria petrolera que está en una situación muy compleja en el mundo; Arabia Saudita bajó un 30% su producción”, concluyó.
