Pandemia 2020. Liturgia terrateniente vs marcha ‘Peroncha’. La OPO muestra sus ‘cartas’. Territorios en Estado de toma entre Bendecidos y Condenados.

Un Día de la Lealtad callejero a medias, con el covid en el aire. Un virus que penetra la soberbia del manejo de las plataformas virtuales. Y un presidente que habla sin corbata desde el salón Vallese de la casa de los Trabajadores y recorre desde proscenio el accionar de los gobiernos peronistas, aunque salteando en una carencia innecesaria, etapas como la comandancia riojana, las transiciones du(h)al(d)es y las siniestras disputas antagónicas entre invocados brujos y los calificados de imberbes. Procesos comprensibles en un Movimiento Nacional y Popular de masividad única, al menos en gran parte del globo terráqueo.

Como no ser perforados por gérmenes, operado por quintas columnas al servicio de lo peor de adentro y de afuera. Como no recorrer el riesgo de los compañeros equivocados, si estamos hablando del atrevimiento de establecer la tercera posición desde el mismísimo Fin del Mundo.

Diez días después, la conmemoración de una década del fallecimiento del Pingüino más famoso (sin contar el del comic). El del sueño y las convicciones. Claro que con el Peronómetro moviendo la aguja de las calificaciones.

Y con la Dama que en actitud epistolar deja por escrito el legado a quienes ejercen la máxima responsabilidad de gobierno, mientras ‘hace de las suyas’ en la demostración de su actual andar Congresal, en el edificio de la honorable cúpula, donde se dictan las leyes.

La Presidenta de la Cámara Alta, suma una bajada de línea a un tripero conciudadano platense, que también carga con el Karma del subcampeón, aunque se lo nota dispuesto a dejar todo en la cancha con el mandato de ser profeta en su tierra. De visitante, con el cuchillo entre los dientes vs los tenedores externos y los dueños de la torta local.

Y el cántico del ‘Alberto Presidente’ se agita desde la Popular, en una apretada tribuna del barrio de la Paternal. Mientras una chaqueña entona en melodía pastoral el hit del ‘Macri Ya Fue’, con el tono que se canto en campaña. ‘Larreta también’ le gustaría desafinar en la siguiente estrofa, pero EL Hora esta pasando su mejor momento.

Habrá que esperar las memorias del Alberto para saber que le paso cuando hizo lo que hizo para coparticipar mejor a la Provincia del Axel, desairando al ‘amigo Horacio’ en medio del levantamiento de la Bonaerense.

Otra cosa es el ‘Cuco de la Reposera’ que salió a ofrecerle el abrazo del oso al hoy merecidamente encumbrado Jefe Porteño con estrategia de proyección nacional en marcha. Pero el hijo de Franco siente que puede conducir más que sus cuentas contables, sus bienes en fuga y sus blanqueos denunciados por la misma sangre desairada.

Y el PRO running de CABA, criado en mesas familiares de discusiones partidarias le hace oooleee. Y le pone las fichas a la rama política, mientras esquiva a los C.E.O. que integraron “el mejor equipo económico de la historia del país”. ¿Sera verdad aquello de “acaso Lammens es más peronista que yo”, que hay quienes cuentan que se le escucho decir en alguna antigua reunión de campaña?

Su compañero de fórmula gallina por cierto, puede exhibir en este sentido un mandato familiar similar. ¡Cuánto de lo futbolero se mezcla con las construcciones electorales de un largo tiempo para acá! Aunque lamentablemente ya sabemos que la pelota sí se mancha. Y cada vez huele más podrido.

Pero el ex del Cardenal Newman sigue en la suya y rememora sus tiempos de hijo patricio-parricida (en simbología simple), aunque acusa de ello a supuestos herederos paridos tras pactos cerrados off shore y Río Paraguay arriba. Ni que lo diga un desairado portador del mismo apellido, libro a las apuradas mediante.

¿Qué fue a buscar en el viaje a las costas monárquicas europeas en su última gira como soldado de la causa de la concentración del poder? ¿O algún ingenuo puede seguir pensando que el ex presidente del club de la ribera sólo fue a tomarse unos días para reposear?

Hay cónclaves a los que se debe asistir a buscar instrucciones precisas (que se autodestruyen en 5 segundos como cuenta la ficción). Son puestas en práctica de distanciamientos sociales –haciendo metáfora con la pandemia-. Pero en este caso, marcan diferencias de clase.

Tomar nota para después aplicar fronteras adentro (banderazos útiles mediante), con mucha de la gilada anti cuarentena en patética exhibición de la pata civil, que gusto asonar cuarteles para mantener el ‘status quo’ dominador. Aspira así, obedecer como nadie las órdenes recibidas de los círculos de poder para en este caso, poner en marcha la etapa final del exterminio soberano de estas tierras del Cono Sur.

Basta para concluir lo dicho en el párrafo que precede su misiva del Bien y del Mal (como la canción de Alejandro Lerner, justo cuando se pregunta ¿quién maneja la balanza?), entre tantas otras metáforas que invocan los satánicos Movimientos Populares en la intención de demonizar lo que llama expresiones populistas.

Al tiempo que busca exhibirse como referente máximo del patético ‘Club de la Infectodictadura’, en fogoneo permanente a los incendios que avanzan sobre los humedales, que pretenden sobrevivir y poder respirar algo más que hacinamientos eternos en el barro de los Pueblos.

Lugar en el que tanto se anima a pisar y dejar huella el máximo referente de la Cristiandad que justamente conoció la cruz con tonalidad de bandera celeste y blanca, como el cielo, cuando la luz se impone a las sombras.

Con qué liviandad filo irrespetuosa, como nunca antes hacia un Sumo Pontífice del Estado del Vaticano, se ningunea mediática y políticamente al hijo de Pedro, en el ejercicio de ser la piedra fundacional de una ‘casa común’, bombardeada con el objetivo aniquilador de los virus de la avaricia, el odio a los pobres, el descarte a los marginados; mucho más que lo arrasan las Pandemias Sanitarias y las permanentes explosiones de un planeta desbastado en la concepción de dominarlo, cuando se desoye el de sencillamente habitarlo.

Pero volviendo a lo mundano, clase magistral Picheteana con la tranquera de ‘CASA NUEVA’ (para algunos) como decorado. No se privó de nada el ex mago de los despachos parlamentarios, otrora contrapunto del hombre del voto No Positivo. Ex candidato a vice, al ser desterrado de la política de la provincia que lo parió.

Espadeó, con acompañamiento de la liturgia de la paisanada del buen vestir, la última carta de ‘la Cristina’. Se paro como mensajero desde un rincón del ring, con el respaldo de los dueños de la propiedad privada, a decir a puro micrófono que la Iglesia Católica debía fijar posición. Critico a los fallos subrogantes entrerrianos y le marcó la cancha al gobierno en esto de necesitar saber dónde se para explícitamente ante la así llamada toma de tierras.

La Pato también fue al otro día, pero más para tomar mate y ver si mojaba las patas no ya en la fuente, sino en el lago familiar interno, como bendición de las aguas que a algunos les sobra y a otros le falta.

Y la Conferencia Episcopal, más allá de toda parábola, dejo documentado más o menos lo mismo, aunque siendo como corresponde también ecuánime con los derechos de quienes tienen poco y nada. Porque son ellos, según se cuenta, los primeros que ingresaran en el paraíso cuando llegue el día del juicio final terrenal.

Mientras el ex administrador de Sevel y payador del “2do semestre”, de “lo peor ya pasó”, entre otros hits, después de deambular gratamente por los Joaqui/Jona del periodismo televisivo, se puso el poncho de ser el titular de no sé que supuesta convocatoria al pacto de la Moncloa, en versión vernácula.

Alguien debería decirle que no se acomode las medias. Que es foto carnet. Y que esta fuera del encuadre.

Como sea, mucho de lo puesto en superficie es más que cuestiones familiares. Estamos hablando por un lado de quien se sentó en el sillón de Rivadavia (ahí donde nace la avenida más larga). Y por el otro, de la fuerza viva de la entidad agropecuaria Rural centenaria. Sociedad de socios reservados. Ex referente de políticas de Estado. Ministro de campo. Dos administradores que de lo privado pasan a adueñarse del manejo de lo público.

Perdón la digresión, pero me acuerdo del ministro de las orejas gigantes y del padre de una reina argenta (de los países bajos), en tiempos de dictadura cívico-militar, entre otros referentes que podríamos rememorar. Claro que esta vez vía voto soberano.

Y que decir de Guernica si ya lo pinto Picasso. A los que tensaron la cuerda desde el justo reclamo de atender la pobreza, con el riesgo latente que se corte, deberían tomar nota de mucho de la historia. Por aquello de terminar siendo funcionales a lo peor de lo que se dice enfrentar, casi con una infantilidad que si no fuera por la tragedia que se impone debería ser calificada al menos de naif.

Y Entre Ríos también. Porque el peligro que te conviertan en un standapero de la demanda social, debe tener presencia en la mesa donde se discuten las acciones. Dolores esta más cerca de ser caracterizada como la patroncita ninguneada, que como Rosa de Luxemburgo, más allá de injustas sucesiones y repentinos abrazos a causas heroicas, llámense Artigas o San Martín.

Un escenario que por otra parte, permitió la vuelta a escena de la Izquierda Unida y un Berni auténtico.

Hoy que los protocolos sanitarios ya dejaron de ser anunciados en modo tres mosqueteros. Y el ‘uno para todos y todos para uno’, sigue buscando al D’artagnan.

También es necesario sumar a los renovados vientos que agitaron la región tras la cordillera y desde tierras indígenas. No es poco.

Octubre también nos refrescó el regreso al voto, allá por los ’80, y el preámbulo de una Democracia recuperada, en noble mandato radical, que sin embargo sigue exhibiendo muchas de las mismas asignaturas pendientes, cuando se condenó con el ‘Nunca Más’ a un Terrorismo de Estado a fin de aprobar materias como Soberanía, Independencia y Justicia Social, entre otras obligaciones que debe asumirse, en el hecho de auto proclamarse como auténtica Nación.