El hecho se produjo mientras se realizaban refacciones en la escuela albergue 144 del paraje Aguada San Roque, ubicada a 60 kilómetros de la localidad neuquina de Añelo, cuando se realizaban trabajos de remodelación en el lugar.
Los dos obreros fallecidos quedaron bajo los escombros, mientras que la docente en estado crítico fue trasladada al Hospital Provincial Castro Rendón de la ciudad de Neuquén, donde permanece con el 80% del cuerpo quemado y bajo pronóstico reservado.
La explosión trajo a la memoria la trágica desaparición de Sandra y Rubén, la vicedirectora y el auxiliar portero de Moreno que fallecieron trágicamente el 2 de agosto del 2018, también debido a una explosión de gas. En ambos casos la buena noticia es que no había niños al momento de la tragedia.
Con el reinicio de clases que se daba ese mismo día -martes 29- se estaba realizando una ampliación del edificio y el estallido se produjo en momentos en que se avanzaba con una instalación de gas. Hubo estudiantes durante la mañana pero se habían retirado hacia el mediodía, antes del lamentable hecho ocurrido alrededor de las 14.30 horas.
Esto pone bajo la lupa una vez más el estado de las escuelas a lo largo y a lo ancho del país. Establecimientos en muchos casos obsoletos o faltos de mantenimiento, que ya tenían problemas estructurales y a los que se suma que hace casi un año que permanecen cerrados. De ahí la preocupación que existe de la Asociación de Trabajadores de la Educación (ATEN) y el reclamo sindical en vistas de que se hagan las inspecciones correspondientes para resguardar al personal docente y no docente de los peligros existentes.
Aguada San Roque es un pueblo de aproximadamente 300 personas, ubicado a pocos kilómetros de Vaca Muerta. La explosión de la escuela rural generó conmoción y gran confusión entre sus habitantes que no entendían que pasaba, pero que reaccionaron rápidamente y salieron a la calle con tachos de agua y mangueras para intentar apagar las llamas.
En la investigación interviene la Fiscal de Cutral Có, Gabriela Macaya. La carátula preliminar es “homicidio y lesiones culposas”. Los primeros datos indican que la maestra había advertido un inconveniente en un calefactor y había dado aviso a los obreros, pero no fue suficiente, y de los cuatro que trabajaban allí, fallecieron dos de ellos.
