Este miércoles distintas agrupaciones sociales concentraron en el Obelisco y movilizaron al Ministerio de Desarrollo Social para reclamar por el cumplimiento de las promesas oficiales de incremento del aporte alimenticio para los comedores populares, mejoras de la infraestructura sanitaria en los barrios más vulnerables donde comenzaron a crecer los casos de contagios por coronavirus y por el fin de las exclusiones para el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Más allá de los motivos valederos de la protesta y de que los organizadores aseguraron que se respetaría el distanciamiento social, la decisión de movilizar en medio de la cuarentena fue criticada desde distintos sectores.
Las organizaciones, encabezadas por el Polo Obrero, denuncian que “han pasado semanas sin entrega de alimentos en la cantidad y calidad necesaria” y le exigen a la cartera de Daniel Arroyo la resolución de “un problema elemental como el de los comedores populares que desbordan de demandas, ya no solo de desocupados”. En ese sentido, consideraron un “escándalo” el caso de la compra de alimentos con sobreprecios de hace algunas semanas y el hecho de que “los empresarios quieran seguir haciendo negocios con el hambre de la población”. “Si el Gobierno no los denuncia es cómplice de una extorsión”, añadieron.
Con la llegada de Raverta a la ANSES la actividad se volvió servicio «esencial e indispensable»
En cuanto al grave incremento de la incidencia de casos de coronavirus en los barrios más humildes de la ciudad, manifestaron que “sin comida y hasta sin agua no aguantamos más”. “Los vecinos muertos en el Barrio Mujica (Villa 31) son responsabilidad de los gobiernos nacional y de la ciudad, no hubo prevención y fracasó la cuarentena”, denunciaron.
También explican que el IFE dejó “a más de 4 millones de trabajadores sin ingresos afuera, no permite la reinscripción de los que no llegaron a inscribirse en el día que le tocaba y una gran cantidad de beneficiarios lo cobrará recién en junio: ¡3 meses y medio después de lanzado el decreto!”.
Los manifestantes, con barbijos y a una distancia prudencial, llegaron a la sede de Desarrollo Social sobre la Avenida 9 de Julio para plantear estos reclamos, que consideraron que son cuestiones en “las que le va la vida a millones de personas” y reclamaron una reunión urgente con el ministro Arroyo para abordar en detalle estas problemáticas.
