En medio de una sensación térmica que supera los 40 grados y masivos cortes de luz, en la ciudad y el gran Buenos Aires, se hará efectivo este viernes el aumento de 32% anunciado para las tarifas de Edenor y Edesur.
Este incremento acrecienta el mal humor social debido a que el porcentaje de aumentos no se ve reflejado en la mejora del servicio, sino todo lo contrario: 389.153 usuarios (188.922 en el área de Edenor y 200.231 en la de Edesur) permanecieron sin luz el lunes, lo que significa que el 7,2% de los consumidores sufrieron la falta del servicio.
De acuerdo a las cifras que publicó el ENRE al final del día martes la cantidad de afectados por los cortes fue todavía superior al día anterior. De hecho, más de 300.000 usuarios resultaron perjudicados por una falla en la subestación Morón, un problema en las líneas de trasmisión, lo que no hace más que confirmar lo que vienen denunciando los gremios de trabajadores de las empresas de energía: “no se condicen los aumentos en las boletas con las inversiones de las empresas ni con la mejora de los servicios”.
En cuanto a la prestación de de cara al verano, Carlos Minucci, titular de Apsee había anticipado a EDA que “la situación cuando llegue el calor será de cortes permanentes porque el estado de las empresas es terminal”, y que en ese sentido “los trabajadores llevan la peor parte porque cuando las cuadrillas van después de 10 días de cortes y no hay materiales para hacer los arreglos la gente los agrede, los golpea, y los quiere matar, o los toma de rehenes hasta que reparen el problema” –contó-.
Tanto EDENOR como EDESUR lograron la revisión tarifaria integral en 2017, lo que les aseguró ingresos por cinco años a cambio de un plan de obras que todavía no logra reflejarse en la calidad de la prestación.
A ello se suma la falta de controles del ente regulador. Las entidades de consumidores reclaman al ENRE que actúe con más decisión en este contexto de crecimiento de los cortes de luz. Uno de los puntos de queja es que suspendió la atención de demanda espontánea en su sede central, a partir de lo cual usuarios con reclamos por facturación del servicio eléctrico deberán sacar turno para ser atendidos. Desde el ENRE dicen que debido a la mala calidad del servicio que ofrecen las empresas, el organismo se ve saturado.
En otro ámbito el reclamo de falta de control es adjudicado por algunos especialistas a los vínculos de su actual titular, Andrés Chambouleyrón, con los bufetes de abogados que defienden los intereses de las empresas y de relación con Juan José Aranguren, ex titular del Ministerio de Energía.
En rechazo, a todas estas irregularidades continúan efectuándose en distintos puntos del país las marchas de antorchas “antitarifazos” y las concentraciones en las esquinas más visibles del Buenos Aires y del interior todos los viernes, aunque los reclamos permanecen desoídos hasta el momento.
