Obispos de Lomas de Zamora y San Justo reclaman que no se arrebate «la paz social»

Ante la muerte de ocho detenidos por un incendio en una comisaría y el «no esclarecido incidente que tuvo como consecuencia la muerte de un militante» de la CTEP en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, los obispos de las diócesis bonaerenses de Lomas de Zamora y San Justo reclamaron «la presencia efectiva del Estado» y que «no se les arrebate la paz social».

Los obispos recordaron que en 2015 la Iglesia sostuvo que «la paz social que tanto anhelamos se ve fuertemente afectada» y que urgía «recorrer caminos de reconciliación y de amistad social», por lo que no quieren «dejar pasar por alto los hechos que en esas diócesis atentan contra esta búsqueda lícita y necesaria».

Advirtieron además sobre «la masacre más grande en la historia de muertos en comisarías», al referirse a los ocho detenidos fallecidos producto de un incendio en los calabozos de la Comisaría 3ª de Transradio, en la localidad de 9 de Abril, en el partido de Esteban Echeverría.

«El alojamiento de personas en establecimientos policiales, así como el hacinamiento en el sistema penitenciario, se ha ido consolidando en la provincia de Buenos Aires como un componente de las condiciones de privación de la libertad», señalaron los prelados.

En tanto, calificaron de «brutal» el hacinamiento en las unidades penitenciarias, ya que en la provincia hay alrededor de 42 mil detenidos en cárceles, pero sólo plazas para 28 mil. Ante esa situación, solicitaron a «los poderes de la provincia de Buenos Aires, para que adopten las medidas necesarias en el ámbito de sus atribuciones constitucionales, con el fin de asegurar que las detenciones y las condenas que se ejecutan en establecimientos sometidos a su jurisdicción no agreguen a la privación de la libertad lesiones a los derechos humanos de los presos».

Potra parte, se hicieron eco de los «sucesos de violencia y de inseguridad en La Matanza que tienen como muestra en los últimos días»; en especial, «el no esclarecido incidente que tuvo como consecuencia la muerte de un militante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) en Ciudad Evita», en referencia a Rodolfo Orellana, asesinado presuntamente de un balazo por la espalda durante un intento de toma de tierras.

Los obispos también aludieron al incendio de un Móvil Sanitario de OPISU en el barrio San Peterburgo y al asesinato por robo de un vecino de barrio Sarmiento cuando se dirigía a su trabajo en horas de la mañana. «Reclamamos la presencia efectiva del Estado que no haga de estos lugares «tierras de nadie», donde gobiernan la marginalidad y la droga bajo la complicidad de ciertos sectores de la seguridad», sostuvieron.

Por último, citando palabras del Papa Francisco, consideraron que «vivimos en la cultura del descarte que afecta a tantas personas excluidas, a quienes se considera desechables».