La empresa neuquina de limpieza y vigilancia CBS despidió esta semana a 770 trabajadores tras no haber logrado renovar licitaciones con diversos sectores del gobierno provincial.
La empresa unipersonal de Carlos Barceló, dedicada a la vigilancia y limpieza de organismos públicos y privados, empleaba a unos 1.100 trabajadores en total. Los 770 despidos le insumirán unos 120 millones de pesos en concepto de indemnizaciones, pero desde la empresa aseguran que el estado provincial le adeuda más de 400 por servicios impagos.
Según el titular de la firma: “Nos deben más de dos meses y medio de los contratos ya firmados. Muchos de ellos son de 2017 y no han tenido actualización, lo que nos impactó de lleno en nuestros costos”. “Fue el Estado el que me llevo a esta situación. El estado provincial no reconoció ni reconoce en la actualidad, servicios de seguridad pública brindados por nuestra empresa a su solicitud y demanda. Por esta razón, y ante la misma obligación legal y social en la que se encuentra nuestra empresa, se continuó prestando el servicio sin poder cobrarlo”, remarcó el titular de la firma.
Desde la empresa destacan que buena parte del personal despedido debería ser absorbido por la nueva firma que ganó las licitaciones estatales. En ese sentido manifestó Barceló: “Estuvimos reunidos con el gremio y la idea es limitar al máximo el daño social en este escenario de crisis que vive la empresa”.
La situación de la empresa, cuyos costos se explican en un 80% por el pago de salarios, es dramática. A el preocupante panorama económico general se le suman además las crecientes dificultades para conseguir financiamiento a tasas razonables ya que los bancos no consideran a las empresas unipersonales sujetos de crédito y la financiación que brinda la AFIP tiene tasas que, según Barceló, “son imposibles de trasladar en nuestra estructura de costos”. “La tasa que por un lado cobra el Estado con fines de recaudación, no son aceptadas por el mismo Estado con fines de reducción del gasto público”, insistió.