Nación avala el reclamo gremial y rechaza la propuesta porteña de reabrir escuelas como «espacios digitales»

Poco antes de mediodía de este miércoles el ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta confirmó el rechazo oficial al protocolo presentado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de reabrir las escuelas primarias y secundarias como “espacios digitales” donde los miles de alumnos sin computadoras o conectividad pudieran ir a cumplir con sus tareas escolares.

La propuestas del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta apuntaba a una apertura a partir del próximo 31 de agosto, donde tres aulas por espacio educativo se adaptarían para que hasta quince alumnos en total pudieran realizar allí sus actividades escolares, por turnos preacordados, bajo la supervisión de adultos que no necesariamente debían ser educadores. Los mayoría de los gremios docentes de la Ciudad había objetado el plan y planteado su rechazo al mismo, en el contexto de una elevada tasa de contagios y muertes por coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Ciudad habilitaría escuelas como espacios digitales para los miles de alumnos sin conexión

Trotta consideró que el distrito no está en condiciones para la reapertura por no cumplir “con los niveles de circulación baja del virus” que permitirían retomar actividades en las escuelas. Luego agregó que tampoco “cumplía con 15 requisitos que fueron aprobados por el Consejo Federal de Educación con todas las provincias”. Durante un intercambio con periodistas, el funcionario explicó que “había incongruencias entre lo que presentaron y lo que decían en los medios” y sostuvo que, más allá de las informaciones previas, el protocolo presentado para “el programa Conectate en la escuela implica de hecho la presencia de los docentes”. “Se tiene que lograr el despliegue del sistema y no exponer a los chicos”, sostuvo Trotta.

En base a los trascendidos sobre el posible rechazo de Nación, esta mañana el ministro de Salud porteño Fernán Quirós había asegurado que el protocolo “es muy seguro” y que busca “evitar un daño social irreparable en los niños que perdieron su vínculo con la escuela y el proceso educativo”. “No es un tema de conectividad y tecnología; es más profundo que tener conectividad; queremos ir a ver niño por niño y comprender el contexto familiar, social y cultural para ver por qué perdieron el vínculo y poner al Estado a disposición para darles oportunidades”, detalló el responsable de la cartera sanitaria.