Mientras avanzan las conversaciones en el Consejo del Salario Mínimo entre el Gobierno, representantes gremiales y patronales, un sector de los movimientos sociales manifestaron en el centro porteño para exigirle a las centrales obreras un plan de lucha para lograr que el reclamo de aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) a 45 mil pesos se concrete efectivamente.
El actual SMVM es de $16.875 desde octubre de 2019, cuando se activó por última vez el Consejo, mientras que la evolución inflacionaria desde entonces superó el 35% y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se encareció un 38,3%. Las CTA Autónoma y los representantes de los movimientos sociales conocidos como Los Cayetanos (CTEP, CCC y Barrios de Pie) plantean un aumento del 166% para llevar el mínimo a los niveles de la Canasta familiar, ya en más de 45 mil pesos. El líder de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky explicó que ese reclamo es “de máxima”: “Vamos con la de máxima y después buscaremos la mejor alternativa. Con Macri eso era imposible”.
Se reúne el Consejo del Salario y los gremios piden triplicar el monto
En ese contexto, movimientos sociales como el Polo Obrero o la Coordinadora Sindical Clasista convocaron a movilizar en apoyo a este reclamo, explicando que “las recientes cifras de la pobreza (40,9%), la desocupación (29%) y la caída del PBI (11,8%), le dan a esta convocatoria una centralidad que no tuvo en el pasado”. Estas organizaciones coinciden con el reclamo de 45 mil pesos de SMVM pero consideran que los planteos que llevarán las centrales obreras al Consejo del Salario constituyen apenas “un saludo a la bandera”, por lo que exigen un “plan de lucha de la CGT y la CTA”.
Organizaciones sociales como el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el MTD Aníbal Verón y el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) también convocaron a movilizar a partir de las 13 en el Obelisco, planteando que “mientras se discute la continuidad del IFE, dejando a más de 9 millones de personas sin asistencia en un contexto general de empobrecimiento, a las mineras y al campo se les reducen las retenciones”. Y agregaron: “Mientras se dilata la asistencia a los comedores populares, se subsidia a las grandes patronales que despiden y precarizan laburantes. Mientras se ataca y no se reconoce el trabajo de las organizaciones sociales, se sientan a la mesa a los directivos del FMI que vienen a auditar la economía de un país quebrado, producto de la complicidad de ese organismo y los funcionarios del gobierno macrista”.