Método Libertario: despidos express de funcionarios y nombramientos con recorte de responsabilidades.

Franco Mogetta, ya es ex funcionario de la Secretaría de Transporte y aporta un nuevo despido a los casi 150 integrantes del gobierno de Milei, desplazados de sus cargos, luego de haber sido designados o re confirmados en sus funciones.

Las renuncias exigidas a ministros, secretarios y personal de alta jerarquía en distintas áreas y organismos del Estado de la actual administración de gobierno, consiguen varios efectos que definen la impronta del promocionado “triángulo de hierro”.

Por un lado, en todas las oficinas estatales saben que “el despacho de personal”, sin importar responsabilidades, es parte del orden del día, con lo cual la permanente sensación de inestabilidad es moneda corriente.

Vuelve a caer el empleo privado, lejos de la «recuperación» económica que propagandiza el Gobierno

Asimismo, cada cabeza ministerial, reconoce estar circundado por nombramientos realizados desde la misma triada del poder central del Ejecutivo y de esta forma, los manejos de los asuntos son consensuados y hasta chequeados por fuera de las oficinas de cada una de las respectivas carteras.

La estabilidad laboral también se vivencia puertas adentros de quienes podrían ser considerados como puestos de jerarquía, sensación que se instaló desde la expulsión del primer Jefe de Gabinete presidencial, Nicolás Posse, con menos de medio año en el cargo, a los que se agregó en importancia el caso de la ex canciller, Diana Mondino, quien siempre se esforzó por mostrarse dispuesta a lo que se gustara mandar, o el propio Guillermo Ferraro, que se exhibió como una figura central en Infraestructura, quedando todo relativizado con su abandono de la gestión, al cumplirse algo más de un trimestre en el Ministerio.

La lista se extiende a Flavia Royón expulsada de la secretaría de minería, cuando se creía que mayoritariamente, los cargos del “traspaso” estaban garantizados, al igual que Osvaldo Giordano, eficiente en la reformulación del Anses, también eyectado por “daños colaterales”. Además de otros servidores públicos, como los ex de Secretaria de Trabajo Horacio Pitrau y Omar Yasín, más el segundo del Luis Caputo, Joaquin Cottani, cuando se le hizo saber que sus disidencias operativas no iban a ser bien recibidas. Algo distinto sucedio con Eduardo Roust, Belén Stetter y Eduardo Serenellini, quines pagaron los costos de ejercer la vocación por la comunicación, con manuales que hoy parecen no cotizar en el mercado libertario.

Así, el volumen en los abandonos de cargos se cuenta por decenas con una lista que incluye a Pablo de la Torre y Yanina Lembo de dependencias de Capital Humano, quien exhibe a través de Sandra Pettovello, una férrea voluntad de recambio, pero que también involucra a otros sectores centrales como la actividad agropecuaria, como la expulsión de Fernando Villela, a pesar de su muy buena llegada con los principales actores involucrados, y un dilatado conocimiento de la actividad.

Las estadísticas cantan que la mayoría de las dimisiones muestran que cuanto más cerca, más chances de ser quemado se tiene, aunque también existen casos que matizan esta afirmación, con el ejemplo de Sonia Cavallo, hija de Domingo Felipe, quien pago con su cargo en la OEA el costo de su parentesco con el ex referente económico del actual presidente, debido a la exposición de sus diferencias con algunas de las medidas que instrumenta la cartera de hacienda.