Masivas movilizaciones por el Día el Trabajador y un fuerte enfrentamiento de la CGT a las políticas del gobierno de Milei.

La multitudinaria movilización convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), junto a las CTA y Organizaciones Sociales en una nueva conmemoración del Día del Trabajador, esta vez eligió marchar a lo largo de todo el recorrido de la avenida Independencia, desde la 9 de Julio, hasta Paseo Colón, con arribo de la dirigencia sindical a la sede de la calle Azopardo.

El acto estuvo marcado por consignas del propio Papa Francisco, “El Trabajo es Sagrado” y la contundente frase en favor de la actividad gremial: “No hay Trabajadores Libres, sin Sindicatos”, que incluyó una homilía en homenaje al reciente fallecimiento al sumo pontífice.

Movilización Día del Trabajador: la protesta une a las centrales sindicales con cámaras empresarias y del campo productivo nacional

La CGT protagonizó así, una jornada de protesta, “ante un Gobierno Nacional que no atiende reclamos, no escucha y no dialoga, a la par que implementa un grave ajuste, cuyo costo lo están pagando las y los trabajadores activos y pasivos con el deterioro de sus ingresos”. El documento oficial de la central definió que como contraste a esta situación; “el sector financiero capitaliza ventajas y multiplica obscenamente sus ganancias”.

Asimismo, realizó duras críticas a “la gestión pública, que acrecienta día a día la deuda social, debilita el federalismo desfinanciando a las provincias y deteriorando aún más las economías regionales”. De hecho, la movilización tuvo fuerte presencia en el orden nacional, con una tarea coordinada con las casas sindicales de todo el país, “debido a un descontento que crece en todo el territorio nacional”.

Las críticas también se orientaron puntualmente hacia las medidas monetarias, señalando que las “metas fiscales pierden de vista el rostro humano”, con decisiones que “degradan la calidad de vida de nuestros compatriotas y posterga un horizonte de democracia moderna y de desarrollo nacional”.

En este sentido el Movimiento Obrero en su conjunto está proyectando más jornadas de protesta, incluyendo la continuidad en el acompañamiento a las marchas de los jubilados de los días miércoles. Y detalla los reclamos, ante “el desmantelamiento del Estado, de sus organismos de control, de sus empresas y el abandono de la obra pública, los despidos masivos, más el desfinanciamiento de la educación y la salud pública, agravando el escenario de desempleo, desigualdad y el riesgo social”.

Incluso, la central sindical pone en duda el actual escenario financiero ya que “los dólares que ingresan al país son fundamentalmente de deuda, lo que agrava la hipoteca del pueblo argentino, su futuro y la soberanía de sus decisiones”.

Así la CGT apuesta a la recuperación de un mayor protagonismo en los reclamos laborales y sociales, afirmando que “alarma la sostenida caída en los niveles de consumo, durante varios meses consecutivos, el incremento de los índices de inflación y el consiguiente agravamiento de los niveles obscenos de pobreza y marginalidad”.

Asimismo, en lo que hace al ejercicio específicamente sindical, reclama “respeto a las paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, actualización y aumento de emergencia para todas las jubilaciones, políticas activas para la generación de empleo y poner fin a la represión salvaje e injustificada de la protesta, que viola leyes y acuerdos institucionales”.

Por último, se rechaza “la privatización del Banco Nación —y el cierre de sus sucursales—, de Aerolíneas Argentinas y de todas las empresas y organismos públicos amenazados”, exigiendo “una política exterior convergente con los intereses nacionales, la defensa irrestricta de nuestro territorio y riquezas naturales y reivindicando la autoridad argentina sobre las Islas Malvinas”.