Masiva protesta de la comunidad científica contra los recortes y el desfinanciamiento del Gobierno de Milei

Este miércoles se llevó adelante una masiva movilización de investigadores, becarios, docentes y estudiantes de distintos institutos y universidades del país, convocada por la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) y ATE Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), junto con otras organizaciones gremiales, políticas y sociales, para visibilizar la inédita crisis que sufre el sector científico, tecnológico y universitario por las políticas de ajuste y desfinanciamiento impulsadas por el Gobierno nacional de Javier Milei. La movilización se dio en simultáneo con otro reclamo de jubilados en Plaza Congreso para reclamar por aumento de sus haberes y acceso a la medicación, que fue nuevamente reprimido por las fuerzas de seguridad.

En referencia al éxito de la serie televisiva El Eternauta, en la movilización se multiplicaron slogans como “Nadie se salva solo” o “Una nieve tóxica está destruyendo la ciencia argentina”, con decenas de manifestantes vestidos con máscaras y trajes como los de la versión televisiva de la clásica historieta de H.G. Oesterheld. En la apertura del acto, se planteó: “Estamos presentes en el Polo Científico y en las distintas provincias de nuestra querida Argentina para defender el sistema científico y tecnológico nacional, amenazado hoy como nunca desde la recuperación de la democracia. Nos encontramos en un punto de no retorno: transcurridos ya 17 meses del actual gobierno nacional, el sistema científico padece una situación crítica que costará muchísimo revertir”.

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Más allá del brutal recorte de las inversiones estatales en el sector, la eliminación de subsidios para proyectos de investigación ya aprobados, y el desfinanciamiento para la compra de insumos clave para el trabajo de laboratorio, los investigadores y becarios denuncian que llevan más de un año sin aumento salarial, lo que implica una pérdida del poder adquisitivo de sus salarios de casi un 40%. Además, el sector científico sufrió un recorte de personal superior al 11%, con la pérdida de 1.291 trabajadores durante el año pasado (46% de esa cifra en becarios doctorales y postdoctorales), además de un incremento de 24% de las renuncias de miembros de la Carrera de Investigador Científico y Tecnológico (CIC) por lo insuficiente de los salarios.

De acuerdo con datos del Grupo EPC, el presupuesto para Ciencia y Tecnología pasó del 0,3% del PBI en 2023, a 0,21% en 2024 y a un 0,15% en 2025, con lo que este año se podría superar el peor piso histórico registrado: el 0.17% de 2002. En ese marco, además de en CABA (donde la manifestación se concentró en el Polo Científico Tecnológico, donde funciona la sede administrativa del Conicet), la protesta se llevó adelante en Córdoba (tanto en la capital como en las localidades de Villa María y Río Cuarto); en el Centro Cívico de Bariloche; en el predio Conicet Dr. Alberto Cassano de la ciudad de Santa Fe y hasta en la ciudad fueguina de Ushuaia.

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En simultáneo con la movilización, especialistas en el tema advirtieron sobre la circulación de un documento propuesto por la Fundación Libertad y Progreso, que dirige Agustín Etchebarne (cercano al gobierno de Milei), que propone directamente eliminar la carrera de investigador científico, para reemplazarla con la financiación de proyectos a corto plazo, que serán evaluados por criterios políticos y de mercado, lo que implica el fin de la autonomía y la estabilidad laboral de los investigadores. En el texto, directamente se plantea que se financiarán proyectos “competitivos” que sean aprobados por el Directorio del Conicet según una evaluación de “impacto” y no relevancia, dependientes del financiamiento privado. Este modelo, inspirado en Silicon Valley, implica convertir al sistema científico nacional en nada más que una incubadora de servicios que respondan a las necesidades del mercado y las empresas privadas.

El biólogo e investigador del CONICET Alberto Kornblihtt resumió: “Podría hacer una lista inmensa pero este Gobierno quiere destruir todo eso, porque su plan económico plantea una apertura que no necesita valor agregado a la producción agropecuaria, pero por otro lado porque le molestamos porque somos una fuente de pensamiento crítico”. Y concluyó: “Muchas veces hay que entender que la investigación científica básica en todas las disciplinas no tiene una aplicación inmediata, pero es como un iceberg en cuya punta aparecen. Si no se entiende eso es muy fácil destruirlo, porque uno se pregunta ‘de qué sirve…’ La sociedad debe entender que esto es una cosa lenta y los resultados se ven poco a poco. Un país no puede vivir sin ciencia y tecnología”.