En las últimas horas el Banco Nación confirmó un plan de cierre de 60 sucursales a nivel nacional, buscando continuar con las reducciones de gasto en la entidad bancaria nacional, pero eliminando importantes oficinas operativas, centros de atención PyME y espacios para la atención al público. El brutal ajuste contra la entidad se inscribe en el marco del Plan Estratégico 2024-2027 que apunta a “modernizar su funcionamiento en línea con las directrices de austeridad” impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
El plan contempla pasar de las 769 sucursales actuales a 709 por medio del cierre directo o la fusión de las mismas, llevando los puntos de atención del Banco Nación al nivel de 2015. En cuanto a 14 de los actuales 45 centros de atención PyME que funcionan en locales alquilados, desde el banco se afirma que ahora se visitará a los clientes en lugar de hacer que se movilicen hacia el banco, un “cambio de paradigma” que permitiría no afrontar ese gasto en alquileres.
La Bancaria apela contra el cierre de sucursales del Banco Nación en La Pampa y anticipa medidas
Desde la dirección del banco también se anunció una “readecuación” de las Gerencias Zonales para adaptarlas a la segmentación económica establecida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), pasando así de 33 a 29. Además, se continuará reforzando la atención por canales digitales, migrando cada vez más productos y servicios a esos canales, lo que habilita una mayor reducción de personal.
Aunque todavía no circuló una respuesta oficial del gremio bancario, frente a anuncios del año pasado sobre el cierre de sucursales del Banco Nación tanto en la localidad bonaerense de Ramos Mejía como en la provincia de La Pampa, desde la Asociación Bancaria, encabezada por Sergio Palazzo, se planteó: “Rechazamos y repudiamos el cierre de sucursales, es innecesario, injusto y perverso poner a los trabajadores/as en la angustia permanente de no saber si al otro día van a tener su lugar de trabajo o no”. Y concluía: “Si el Banco no garantiza los puestos de trabajo, condiciones de los mismos, y si pretende avanzar con su política de ajuste y reducción de sucursales, la respuesta será una sola y contundente: habrá lucha y habrá conflicto”.