Este lunes por la noche médicos residentes del Hospital Garrahan encabezaron una impactante marcha de velas en el Obelisco de Buenos Aires para reclamar un aumento salarial de urgencia. La protesta de visibilización de la profunda crisis que atraviesa el hospital pediátrico más importante del país por el desfinanciamiento y los recortes oficiales fue acompañada por familiares, pacientes y ex pacientes de la institución. El reclamo del sector salud se sumará este miércoles a la protesta de jubilados en Plaza Congreso.
“Nos unimos en una jornada pacífica, simbólica y colectiva. Encendemos una vela por cada niño que llega a nuestra institución, por cada mañana que nos colgamos el estetoscopio, por cada guardia sin dormir, por cada abrazo con esas madres, por cada médico que asiste”, detallaron en la convocatoria. Y añadieron, enfatizando la convocatoria a la ciudadanía, que apoyó masivamente: “Encendé una vela con nosotros o desde tu casa. Encendé una vela como símbolo de defensa del Hospital Garrahan”.
Después de optar por una campaña de falsedades e intentos de desprestigiar al Hospital y a sus trabajadores, ante la declaración de paro por tiempo indeterminado de los residentes (cuyo básico es de menos de 800 mil pesos por cerca de 70 horas de trabajo semanales), desde el Gobierno y el Ministerio de Salud encabezado por Mario Lugones finalmente hicieron una propuesta de recomposición salarial, proponiendo el pago de un bono de 500 mil pesos, que permitía llevar el ingreso a 1,3 millones.
Ante la evaluación de los trabajadores del hospital sobre la propuesta, Lugones intentó seguir sumando sospechas e intentando asociar al reclamo a intereses “militantes”. Desde sus redes, planteó, intentando justificar recortes y despidos: “Como resultado del ahorro obtenido mediante la eliminación de gastos superfluos y desvíos presupuestarios, junto con el ahorro estimado por la reducción de personal derivada de la implementación del sistema biométrico de control de asistencia que comenzó a regir esta madrugada, se otorgará un aumento a los médicos residentes del Hospital Garrahan, elevando sus ingresos a aproximadamente $1.300.000 a partir del 1° de julio”. Y añadió: “El mandato popular es muy claro: los recursos de los hospitales deben destinarse al personal de salud, no a la militancia rentada”.
La Junta interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación de Técnicos y Profesionales (APyT) del Garrahan explicaron que la propuesta deja afuera de la recomposición a la gran mayoría del plantel del hospital (incluyendo técnicos, especialistas, maestranza, personal de apoyo y administrativos), los médicos denuncian que el problema de que se plantee como un bono y no como un aumento de salario es que no se suma a los aportes, no entra en el cálculo del aguinaldo y no se actualiza. Desde ATE concluyeron: “Lejos de cerrar el conflicto, lo agrava”.
Este miércoles, los trabajadores del Garrahan, familiares y quienes defienden a la institución se sumarán a la marcha de jubilados de los miércoles, a la que también comprometieron su asistencia los trabajadores del Conicent y de todo el sistema científico (brutalmente atacado por el oficialismo), personas con discapacidad y familiares (que reclaman la aprobación de una ley de financiamiento específica ante los recortes oficiales) y diversas organizaciones feministas, que celebran los 10 años de la primera convocatoria «Ni una menos».