Macri vetó la ley para retrotraer tarifas que aprobó el Senado

El ejecutivo nacional vetó en horas de la mañana, a través de un decreto, la ley que aprobó el Senado esta madrugada, tras un extenso debate. El veto fue anunciado por Marcos Peña, Jefe de Gabinete hace instantes. En síntesis: siguen vigentes los aumentos.

La ley intentaba morigerar la suba de las tarifas de servicios públicos impulsada por el peronismo, pese a la resistencia de Cambiemos y la advertencia de veto del presidente Mauricio Macri.

En la cámara Alta fueron 37 votos a favor, provenientes del Bloque Justicialista, el Frente para la Victoria y otras bancadas, y 30 en contra que sumaron por Cambiemos y buena parte del Interbloque Federal, la norma se aprobó luego de casi 12 horas de debate.

La norma retrotrae las tarifas a noviembre de 2017 y dispone que los aumentos no superen el índice de variación salarial para usuarios residenciales y el de precios mayoristas para las PyMEs, al tiempo que señala que las empresas deberán devolver lo que se cobró de más hasta el momento.

Para evitar que la ley termine en el veto presidencial, el oficialismo intentó hasta último momento bloquear la aprobación de la ley mediante una ausencia de senadores que dejara la sesión sin quórum y, de hecho, la sorpresiva retirada del puntano Adolfo Rodríguez Saá les dio una luz de esperanza, pero no fue suficiente.

Sin embargo, incluso los pocos senadores peronistas que no acompañaron el proyecto, como Rodolfo Urtubey o los miembros del Interbloque Federal, se mantuvieron inamovibles en su postura de no quitar quórum.

Uno de los oradores centrales, el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto, subrayó que el Gobierno «incrementó el gas 1.157% en dos años, la electricidad 371%, el agua, la más cara del mundo, 484%» y agregó: «Esto es un mensaje del Congreso. Este camino no cierra. Deben repensar cómo hacen la tarifa más razonable para que la gente la pueda pagar».

Además, sostuvo que el Gobierno no hizo una propuesta alternativa sino que «el juego fue tratar de que no hubiera dictamen, presionar, como hicieron hoy, que presionaron fuerte» y advirtió: «No es recomendable romper los puentes con la oposición, aún con la más dura».

Antes de la medianoche Cristina de Kirchner tomó la palabra, acusó de “mentir” a Michetti por afirmar en 2015 (en campaña) que no hay que subir las tarifas y cuestionó «cómo es que no hay recursos para subsidiar las tarifas pero sí para compensar a las petroleras por el congelamiento de los combustibles».

La ex presidenta también advirtió que «estas tarifas van a tener que ser reactualizadas a partir de la devaluación» y subrayó que «si al mismo tiempo que suben las tarifas bajan los salarios se desacoplan los precios relativos».

Por el lado del oficialismo, los argumentos se centraron en el déficit energético que dejó el gobierno anterior y la necesidad de solventar el déficit fiscal disminuyendo en su totalidad los subsidios a las empresas prestadoras del servicio.

Retrotraer el aumento significa una pérdida de 115 mil millones de pesos, con lo cual el ejecutivo nacional, sobre todo, para mostrar “gobernabilidad y solvencia” en un momento que el FMI nos está observando para otorgarnos el crédito solicitado, ya tiene firmado el veto que echa por tierra esta decisión legislativa.