“LOS SINDICATOS SON DE PERÓN”. SI TODOS SOMOS PERONISTAS.

Varias encerronas complican el actual proceso de negociación que llevan adelante las discusiones salariales. También producto del retraso en todas las actividades que atraviesa el poder adquisitivo en relación a 2019. La paritaria docente tampoco será un jardín de rosas sin espinas, aunque así se quiso presentar en un principio. Y aún con el aliciente inicio de clase (7,50 para el comienzo del año lectivo), el foco está puesto no sólo en Provincia de Buenos Aires, sino también en Ciudad y en la resurgida paritaria nacional.

[su_quote]…la Casa Rosada (versión ‘albertista’) busca recoger el mayor capital político que otros referentes del Frente Peronista gobernante desechen. De ahí que la CGT oficial y sus ramificaciones encuentren pronta afinidad. Cristina parece sólo sentirse cómoda en su relación con el núcleo de la Corriente Federal, algo de la CTA y un buen porcentaje de los Movimientos Sociales, aunque más repartido…[/su_quote]

El cortante filo de esta moneda de dos caras está marcado también por la necesidad de ‘poner dinero en los bolsillos de los trabajadores’ y los sectores de menos recursos, al tiempo de proteger la primera señal positiva del proceso inflacionario, medición 2020. La concentración de las empresas en áreas centrales con la consecuente formación de precios – obsesión marca A.F.-, con productores de alimentos en la mira como primer ‘blanco’.

[su_quote]…el compromiso del nuevo gobierno con la asistencia a las Obras Sociales Sindicales es un eje de profunda importancia; debido al fuerte desfinanciamiento en el que se encuentran con la retención de los fondos por parte del Estado, la exigencia de brindar cada vez más servicios y la obligación de responder a coberturas extremadamente costosas que determinan los fallos judiciales…[/su_quote]

Asimismo, el Presidente Fernández también decidió darse un espacio para recibir en la semana previa a la apertura de sesiones en el Congreso a representantes de diferentes sectores del sindicalismo. Sabedor también que todo es leído como gestos que van más allá de las conversaciones pautadas.

También es cierto que la Casa Rosada (versión ‘albertista’) busca recoger el mayor capital político que otros referentes del Frente Peronista gobernante desechen. De ahí que la CGT oficial y sus ramificaciones encuentren pronta afinidad. Cristina parece sólo sentirse cómoda en su relación con el núcleo de la Corriente Federal, algo de la CTA y un buen porcentaje de los Movimientos Sociales, aunque más repartido. Las ideas y vueltas hacia las puertas del Honorable Poder Legislativo, exhiben la punta del iceberg.

En lo que hace a otras ‘dependencias de los despachos oficiales’, los roles de Moroni, Kulfas y Guzmán también están siendo medidos en superficie. Hay quienes dicen que el Ministro de Economía endureció sus expresiones en su anterior paso por el Congreso apenas unos momentos antes de hacer uso de la palabra en el recinto. Aunque él joven está en el centro del ´tsunami’ y sin mucho tiempo para otros asuntos.

Lo del titular de la cartera laboral, por su parte, aparece hasta aquí con impronta salomónica, exhibiendo un ‘know-how´ de la cosa sindical. Mucho recae entonces, sobre el área de Producción, donde las demandas aumentan, sobre todo a partir de la relación directa que tiene esta función con las posibilidades de hacer viables las diferentes actividades industriales.

Otro foco es el Ministerio de Desarrollo Social. Allí, Daniel Arroyo, principal referente de la gesta nacional contra el hambre, sabe de la necesidad de ampliar la base de sustentación de su plan social, con activa participación de las estructuras sindicales en capacitación a desocupados para que se sumen a cada oficio o profesión.

Habrá que ver aquí el aspecto de la afiliación, ya que las organizaciones gremiales necesitan no perder representatividad frente a las entidades referentes de la Economía Social, con su estructura sindical (UTEP), ya oficializada y proa puesta con ‘bendición Papal’, hacia el desembarco en la CGT, cuando se ponga en marcha el proceso con vistas a la renovación del Consejo Directivo, proyectado en principio para agosto próximo. También les CTAs deberán definir estrategia.

Aunque tres discusiones que protagonizan los gremios ponen en tensión la tensa calma en el aquí/ahora. La urgente tiene que ver con las negociaciones paritarias. Ya hay varios sindicatos movilizados con anuncios de medidas de fuerza y exigencias para recuperar poder adquisitivo.

También el derrotero político y las reuniones con nuevos interlocutores, más las apuestas por ‘sugerencias´ de nombres para cargos aún no establecidos oficialmente, desvela a muchos.

Pero el compromiso del nuevo gobierno con la asistencia a las Obras Sociales Sindicales es un eje de profunda importancia; debido al fuerte desfinanciamiento en el que se encuentran con la retención de los fondos por parte del Estado, la exigencia de brindar cada vez más servicios y la obligación de responder a coberturas extremadamente costosas que determinan los fallos judiciales.

La expectativa positiva radica en el vínculo con una administración de gobierno de amplia coincidencia ideológica y de explícito reconocimiento al rol fundamental que cumplen estas entidades para brindar salud a millones de trabajadores en todo el país.

“Sabemos que no hay muchos recursos, pero ese dinero surge del aporte de nuestros afiliados” afirman casi a coro. “Estamos en el mismo barco”. “Somos parte de este gobierno”. También se escucha. Pero “poniendo estaba la gansa”, podría traducirse.