La inflación no tiene resistencia: en enero fue del 2,7% y llegó al 48,7% anual tal como expresa el informe que elabora cada mes el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET). El documento deja en claro que «la inflación sigue afectando más a los que menos tienen porque su impacto es más fuerte en deciles de asalariados de bajos ingresos relativos, que destinan un porcentaje mayor de los mismos a servicios públicos y alimentos».
En este sentido, el documento indica que «las subas de servicios públicos afectan más a los sectores laborales que menores ingresos registran en términos relativos» y que desde noviembre de 2015 «la inflación acumulada de la décima parte de asalariados formales que menos cobran fue 38 puntos más alta que la de la décima parte de asalariados que más cobran».
Desde el IET también advirtieron que en enero el poder adquisitivo de los asalariados formales fue 14,4% menor al de noviembre de 2015 (cuando se empezó a publicar el indicador) y 11% inferior al de enero de 2018. «Aunque la tendencia de los últimos meses muestre que el salario real parecería haber encontrado un piso a partir de octubre de 2018, es muy improbable que este año el salario real retorne a los niveles de 2017», determinaron.
Por otro lado, se dio cuenta que la cantidad de asalariados en blanco en las empresas bajó 2,2%, lo que equivale a 136.000 empleos de calidad menos en tan solo ocho meses.