Con una movilización por varios sectores del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, que no incluyó la cancelación ni retrasos de vuelos, los trabajadores aeronáuticos retomaron esta semana las protestas para denunciar “el fracaso de la política aérea” y la “situación de agonía” en que se encuentran varias empresas del sector, incluida la estatal Aerolíneas Argentinas.
“Anoche nos enteramos de que Flybondi dejaría la base operativa de Córdoba y esos trabajadores, que ya estaban precarizados, se quedarían sin empleo”, explicaron los trabajadores, aunque luego horas más tarde la empresa desmintiera la versión y aclarara que “desde octubre tendrá cinco aviones en el Palomar y que eso no implicará despidos”.
A diferencia de las protestas de la últimas dos semanas que fue hecha solo por pilotos, la movilización de hoy que tuvo lugar desde las 9 horas en el Espigón A de la estación aérea internacional fue convocada por Sindicatos Aeronáuticos Unidos, que aglutina a los siete gremios del sector.
“Todas las empresas están al borde de la quiebra”, cuestionó Marcelo Uhrich, vocero de Unión de Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), quien desacreditó al Gobierno que dice haber registrado: “un millón de pasajeros”.
En ese sentido explicó que “los hay, pero los pagó la gente. Un avión con 170 pasajeros tiene un costo operativo de 52 dólares por pasajero la hora volada. Un vuelo a Córdoba tiene un costo de 104 dólares por pasajero. Esos boletos se están vendiendo a 1500 pesos, es decir 34 dólares. Menos de la mitad del costo operativo. Así, ninguno sobrevive” ejemplificó.
