Los balances de las alimenticias dieron importantes perdidas bajo la era Macri

Las empresas dedicadas a la producción de alimentos terminan la era Macri con importantes pérdidas. Así se desprende de los balances que presentaron, golpeados por la inflación, la baja del consumo y la devaluació, que subieron los costos fijos.

En el caso de Molinos Río de la Plata, reportó una pérdida de $1.356 millones durante los primeros nueve meses del año, así como también lo hizo Mastellone, con un rojo de $553 millones. Fuentes de las compañías admiten, con preocupación, que no pueden trasladar el aumento de costos a los productos porque «bajaría todavía más el consumo».

Desde Molinos dejaron en claro que “la exponencial suba de costos, asociada a la muy fuerte devaluación de la moneda y la inflación, ha sido determinante en los resultados negativos de Molinos que no ha podido trasladar a los precios de su cartera de productos dichos efectos”. Esta perdida de dinero, $755 millones y $1.703 millones en 2018 y 2017, respectivamente, derivó en muchos casos en parálisis de la producción y suspensiones de trabajadores. También se multiplicaron los despidos en empresas de todo el país.

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En este contexto, desde el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) han iniciado fuertes disputas y confrontaciones con la patronal de todas esas compañías para exigir que se revierta la decisión de dejar sin empleo a centenares de personas.

«Apelamos a la Responsabilidad Social Empresaria que caracteriza a las grandes empresas, e instamos a las mismas a que tengan consideración por el factor humano y eviten provocar mayores daños y perjuicios a las trabajadoras y trabajadores que contribuyeron con su esfuerzo a la obtención de grandes beneficios durante los últimos años», también señalaron.