Pese a las afirmaciones oficiales sobre la recuperación de la economía en V o la inminente llegada de las inversiones tras la aprobación de la Ley Bases y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi), lo cierto es que los datos de la realidad marcan una tendencia absolutamente contraria. Desde el inicio de la administración de Javier Milei ya hubo cerca de diez grandes empresas multinacionales que decidieron irse del país.
Esta semana se confirmó que la multinacional Procter & Gamble vendió todas sus operaciones en el país a la empresa fabricante de electrodomésticos Newsan, de capitales locales, que así hará su entrada en el mercado de consumo masivo de artículos de limpieza y de cuidado personal, haciéndose con reconocidas marcas como Gillette, Pampers, Pantene, Always, Oral-B, o Ariel.
A inicios de año fue la estadounidense Clorox, dueña de marcas como Ayudín, Pinoluz, Mortimer, Poett y Trenet, así como de dos plantas (una en provincia de Buenos Aires y otra en San Juan, con una plantilla de 450 empleados) la que vendió su portfolio argentino al fondo Apex Capital. La licencia de comercialización será para el fondo de inversión radicado en Guatemala, Grupo Mariposa (asociado a Apex), que operará en el país como Grupo Ayudín.
En el rubro bancario, el HSBC (entidad de origen chino pero con sede actual en Londres) cedió sus operaciones al Banco de Galicia (que con la adquisición pasó a ser la primera entidad financiera privada del país y la segunda por tamaño, después del Banco Nación). La operación incluyó al Banco HSBC, a Asset Management y Seguros y unos USD 100 millones de deuda subordinada emitida por HSBC Bank Argentina.
La canadiense Nutrien, líder internacional en fertilizantes, decidió dejar el país después de registrar importantes pérdidas por el cepo, aunque oficialmente se sostuvo que la reestructuración “buscaba priorizar el mercado brasileño”. La multinacional operaba en el país desde 1995 y era propietaria 5º y 50 (con YPF) de la fábrica de urea granulada de Profértil.
El gigante tecnológico Xerox vendió sus operaciones en Argentina y Chile al Grupo Datco, un holding nacional proveedor de tecnologías, que a principios de junio ya había adquirido también la filial local de la colombiana Internexa.
A pesar de las promesas de beneficios para el sector hidrocarburífero derivados de la Ley Bases y las esperanzas depositadas en Vaca Muerta, en los últimos meses dejaron el país ExxonMobil (cuyos activos podrían ser adquiridos por la petrolera Vista). La chilena Enap también confirmó su decisión de vender sus activos de upstream en el país. También trascendió que la brasileña Carmargo Correa ya puso en venta el paquete de control de la cementera Loma Negra.
Aunque en algunos casos la decisión viene ya desde el último tramo del gobierno de Alberto Fernández, la profunda recesión que campea en la economía nacional desde el inicio de la nueva gestión no hizo más que acelerar o definir los planes de las multinacionales para deshacerse de operaciones en Argentina.