Pese a los decretos de prohibición de despidos y protección laboral que el Gobierno ha puesto en marcha durante el 2020, los trabajadores despedidos de la aerolínea aérea LATAM llevan largos meses de movilización y organización, en una de las peleas más visibles del año que pasó, pero sin resultados aparentes.
Si bien hubo varios encuentros entre los gremios y el Gobierno por la continuidad laboral, algo parece haberse estancado y diluir la lucha de los trabajadores de la empresa que recortó los vuelos en Argentina, -aunque sigue operando en otros lugares del mundo- provocando la desvinculación de 1750 trabajadores.
La parálisis de gran parte de la industria aeronáutica producto de la pandemia fue real, pero no necesariamente suficiente para el cierre de miles de puestos de trabajo en condiciones muy distantes de lo que establece la norma actual, donde por decreto hay prohibición de despidos y doble indemnización obligatoria, cuestiones incumplidas en todos sus aspectos.
De hecho, los trabajadores, muchos de ellos por fuera de las organizaciones gremiales denuncian que la acción del gobierno fue clave para que la empresa LATAM (con la marca LATAM Airlines) pudiese seguir operando en Argentina sin tener que resolver la continuidad laboral de los trabajadores, ni limitar los recursos otorgados por el Estado.
«No solamente no le impuso condiciones a LATAM, sino que alentó una solución por la vía de la bolsa de trabajo. Es decir la reincorporación de los trabajadores que tenemos años en la industria aeronáutica en otras empresas del rubro» dispararon los trabajadores afectados que esperan el cumplimiento del compromiso.
«El Gobierno debe cumplir con sus promesas, dando lugar ya a la continuidad laboral de estos cientos de compañeros con años de formación y trabajo en la industria aeronáutica. Exigimos la incorporación ya de todos los trabajadores al planteo del Estado en el rubro aeronáutico mientras se terminen de definir y precisar las funciones concretas, respetando todos los derechos adquiridos y convencionales», ultimaron, mientras consideraron que la salida más realista es que el «personal de LATAM sea absorbido por Aerolíneas Argentinas empresa, que entre otras cosas, se queda con la enorme parte del cabotaje aerocomercial que deja LATAM.