Después de que el presidente Javier Milei afirmara que en su gestión ya los salarios comenzaron a ganarle a la inflación, aparecieron distintas voces para cuestionar su enfoque y plantear una realidad muy diferente. Desde la Consultora Equilibra, del economista Martín Rappeti, definieron las posiciones de Milei como una “tergiversación” de la realidad.
Milei afirmó que los salarios están viviendo la “recuperación más significativa desde 2009” con un incremento salarial de 16% en abril, tomando como único elemento de análisis la evolución salarial registrada por el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), aunque en la misma construcción del indicador se aclara que «fue elaborado como un insumo para determinar la movilizad jubilatoria (uno de los dos indicadores salariales que utiliza el índice de movilidad) pero no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado del sector privado».
Un análisis del propio Martín Rapetti y de Gonzalo Carrera, titulado “Una mirada rápida sobre la evolución de los salarios en el gobierno de Milei”, remarca que “hay que tomar en cuenta que este indicador actualiza trimestralmente los topes imponibles para los aportes personales que se incluyen en su cálculo”, por lo que “dada la alta inflación, todos los comienzos de trimestre, el RIPTE refleja una suba ‘excepcional’ por dicho ajuste”.
A continuación, afirman que “Argentina hoy no tiene un indicador representativo de la evolución del salario real que contemple al universo heterogéneo de los trabajadores”. Al respecto, el mejor dato de los disponibles para el sector privado formal es el de OEDE (Observatorio de la Secretaría de Trabajo) que surge de los registros del SIPA y contempla también a los aumentos salariales no remunerativos (cosa que el RIPTE no hace). En marzo este indicador está 9% por debajo de lo registrado en noviembre del año pasado.
Otro indicador disponible, el del salario privado registrado del INDEC, que surge de encuestas a empresas y no es tan preciso como el de OED, también muestra una fuerte caída: -12,1% a marzo. Finalmente, un indicador de la propia consultora, construido en base a 25 convenios colectivos de trabajo, marca una caída de 5,2% a marzo, pero anticipando nuevas mermas en abril-mayo. “Cuando nuestro indicador incluye al universo formal público la caída acumulada hasta marzo es en torno al 9% y no recupera en abril y mayo”, enfatizan.
En base a la información disponible sobre el universo asalariado formal (excluyendo a los no-asalariados y asalariados no-registrados), el estudio concluye que en el sector público el poder adquisitivo de los salarios cayó en torno a 20% hasta marzo de este año y anticipa que, según estimaciones, en abril-mayo no habría crecido mayormente. Luego remarca que la pérdida de poder adquisitivo del sector privado formal se encontraría entre -7% y -12%, y este sector tampoco habría crecido fuertemente desde marzo.