Las Pymes repuntan pero aún hay un 30% con problemas en la cadena de pagos

El mayor deterioro del sector de las micro, pequeñas y medianas empresas se registró durante abril del 2020, cuando el porcentaje de cheques rechazados por falta de fondos llegó a casi el 9% del total emitido. En enero ha disminuido al 1,3%.

De acuerdo con datos de la Fundación Observatorio Pyme, en febrero, todavía el 30% de las empresas PyMEs arrastraba este problema para su operatoria. Por su parte, desde la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA) detallaron a Estado de Alerta que  «la cadena de pagos está casi regularizada, operando contado y hasta dentro de los 30 días -no hay plazos-» afirmó Marcelo Fernández, su titular, quien señaló que en ese escenario la empresa «compra lo que puede -no compra demás-, pero lo que invierte, lo produce y lo vende y eso le permite pagar», de lo que se desprende que hay «muy poco cheque rechazado y sí cumplimiento de la clientela respecto a su proveedor», concluyó.

El escenario parece ir cambiando. No todas las empresas, ni todos los sectores de la economía colapsaron, pero sí una gran mayoría. Hotelería, gastronomía, servicios profesionales de muy diversos sectores, gimnasios, teatros, cines, más un largo etcétera de actividades, conformaron el grupo de las más afectadas y con pronóstico de lenta recuperación pues a los efectos nocivos de la pandemia y la cuarentena extra large, debemos agregarle los dos últimos años de recesión, inflación, tasas altas y pérdida de ingresos reales.

Pero está claro que junto a la reactivación económica llega también para las empresas el alivio de evitar el estrés financiero por el que pasaron meses atrás y la dificultad de cobro en todos los eslabones que componen la larga lista de actores en la actividad privada.

El número es un resultado preliminar del último relevamiento que está llevando a cabo FOP con el respaldo de la Unión Industrial Argentina (UIA). Y lo que muestra este informe es que en éste momento los problemas para cobrar facturas no formarían parte de los principales temas de las empresas. Sí, la necesidad de impulso fuerte del consumo interno en un momento donde como contradicción los salarios han quedado depreciados y están dando peleas por paritarias modestas y en cómodas cuotas.

Desde el piso más bajo que se dio en el mes de abril, los datos del Banco Central muestran la recuperación de las cobranzas en la economía. Y no sólo la voz oficial lo está marcando. “La cadena de pagos está mejor este año en comparación con el año anterior”, coincidió el titular del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU), Pablo Dragún. El economista sostuvo que incluso en varios sectores se encuentra “por encima de la normalidad”.

De hecho, según el especialista falta saber o ver “cómo se sostiene” esta nueva normalidad económica en medio de un año electoral y con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional de por medio. Y a lo que no se puede abstraer tampoco del contexto global y del despegue de los demás países.

Hasta tanto esas certezas puedan tener respuesta desde el Gobierno seguirán otorgando algunas herramientas como fue el ATP en su momento, para sectores todavía en desventaja que ven lejana la posibilidad de expansión.