Fue la única actividad que creció fuerte en la crisis con aumentos autorizados por el gobierno. El derrumbe económico arrastró a muchos sectores, pero la medicina privada, que se concentra en pocas manos, se mantuvo con cierta estabilidad, aunque con pérdida de empleo en 2018.
De acuerdo a los informes, si comparamos 2017, con fines del 2018 hubo 194 despidos: hoy la actividad emplea a 12.144 trabajadores. Si se observa el crecimiento de la actividad por ingresos, la mejora en los últimos tres años fue del 41,4%, cifras inéditas para cualquier actividad de la economía.
Ese crecimiento económico señala que no se notó que durante 2018 decreció levemente el padrón de afiliados” a prepagas “como consecuencia de los incrementos de precios de los planes impactados por la inflación ocurrida”.
En ese período, las empresas de medicina privada recibieron de parte del Gobierno autorizaciones de modificaciones tarifarias superiores al 30% anual. Osde, Swiss Medical, Galeno, Omint y Medifé concentran más del 70% de la facturación total.
Así la medicina prepaga tiene un nivel de concentración alto. Sólo cinco empresas (Osde, Swiss Medical, Galeno, Omint y Medifé) las que se quedan con el 71,3% de la facturación y contienen al 53,3% de los afiliados y al 58,5% de los empleados totales.
En este contexto la situación de las obras sociales: INSSJP, IOMA, OSDE y UPCN recaudan casi el 60% del total del rubro y se quedan con algo más del 39% de los afiliados y el 30,9% de los empleados.