«Las iglesias evangélicas acompañan al que pasa hambre, dolor o gesta un embarazo no deseado»

A diferencia de la Iglesia Católica la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas vio con buenos ojos la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo, pero “no sólo por la ley en sí que considera que no resuelve los problemas de la vida privada”, sino en el sentido de que deben determinar sus normativas sin “injerencia religiosa”, pues según expresó Néstor Míguez, presidente de la (FAIE), el Estado debe ser laico.

“Yo como Presidente de la Federación lo que hago es facilitar el diálogo interno y expresar hacia afuera, y dentro de la Federación hay iglesias que claramente apoyan la aprobación de esta ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, así como otras que tienen sus dudas y sus posiciones intermedias, y algunas que claramente están en disidencia con esta ley, por ello es que yo tengo que ser muy cauto en mantener el equilibrio de la totalidad de las iglesias que represento”, explicó Míguez.

Entre sus argumentos señaló en primer lugar que “nosotros creemos que no es sano que las iglesias –cualquiera de ellas- le imponga o use al estado para imponer sus propios credos”. En segundo lugar, manifestó que “las leyes no solucionan el problema y menos las leyes que prohíben, los problemas que afectan las vidas personales tienen que resolverse en el espacio del encuentro, del amor, de la misericordia, de la compasión, del acompañamiento, de la contención.

Al respecto explicó que “nuestras iglesias tienen lo que llamamos la pastoral, es decir formas de ir acompañando a las personas que están en situaciones dolorosas sea cual sea el motivo: lo hacemos con quienes padecen hambre, lo hacemos con quienes están viviendo situaciones de dolor, lo hacemos con niños huérfanos. También con personas gestantes para ser más amplios, que se encuentran frente a embarazos no deseados, y ahí lo que nosotros vemos es que una legislación que ya de antemano pone una condena y establece una amenaza sobre una de las alternativas que es la interrupción del embarazo, dificulta y no facilita la tarea pastoral”, señaló.

De ese modo insistió en que “la prohibición no soluciona nada y esto está demostrado en todos estos años en los cuales habiendo previsión los abortos siguen, y lo que es peor abortos clandestinos, que muchas veces terminan en situaciones de enfermedad, en situaciones de dolor y eventualmente incluso en situaciones de muerte. De manera que en ese sentido nosotros entendemos que la ley que prohíbe limita nuestras posibilidades de trabajar con la gente”.

Néstor Míguez de Iglesias Evangélicas sobre aborto: «Los Estados deben dictar sus leyes sin atarse a ningún credo religioso» | Estado de Alerta

Entrevista completa – AM770 – Radio Cooperativa