La vicepresidenta Cristina Kirchner en el plenario de la CTA organizado en Avellaneda apuntó directo en su discurso a la gestión de los planes, con el objetivo de desplazar así a las organizaciones sociales, hoy gestores de millones de planes que se distribuyen entre los sectores más vulnerables.
Lo hizo durante el discurso que pronunció junto al secretario general Hugo Yasky, y a Jorge Ferraresi, actual ministro de Vivienda y jefe político de ese municipio del sur del conurbano bonaerense.
Con una primera fila colmada de representantes sindicales que aplaudieron la medida, y de referentes políticos alineados con la Cámpora, que avalaron una medida que están impulsando los gobernadores, en primer lugar, Axel Kicillof, -presente en el evento- se pusieron en sintonía con aquellos actores que padecen a las organizaciones sociales como administradoras de las altas y bajas de los beneficios.
Lo que planteó concretamente la ex presidenta es “correr” a los intermediarios y que sea el propio Estado Nacional, las provincias y los municipios los que asuman la responsabilidad, de modo de “recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales”.
“El Estado debe tener el monopolio de las políticas sociales, no pueden seguir tercerizadas” afirmó y lo comparó con la policía, además de plantear la necesidad de “transparentar frente a la opinión pública todo esto”.
La embestida fue directa a los movimientos sociales cercanos a Alberto Fernández. “A mí no me gusta que me quieran convencer que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja de un plan”, disparó y encendió la polémica.
“Es tiempo de construir consensos estructurales respecto de políticas para el desarrollo productivo, con el objetivo de generar nuevos empleos de calidad. En este sentido estamos estudiando también alternativas para federalizar las políticas que permitan transformar los planes sociales en trabajo genuino y digno”, afirmó, algo en lo que vienen insistiendo Juan Zabaleta ministro de Desarrollo, igual que lo hacía, Daniel Arroyo, su antecesor, sin demasiado éxito.
Desde el arco gremial acompañaron: el secretario general de la CGT, Pablo Moyano, el canillita, Omar Plaini, el conductor de los encargados de edificios, Víctor Santa María. También el Bancario, Sergio Palazzo, el titular de los docentes, Roberto Baradel y Vanesa Siley de Judiciales, entre otros.