Mientras el Gobierno apuesta a que las paritarias se cierren en un 23% y con una revisión semestral, la UTA solicitó a las empresas de micros de corta, media y larga distancia incrementos salariales del 40% y que estos se den de manera fraccionada, cada tres o cuatro meses.
Esta propuesta del gremio que lidera Roberto Fernández dependerá de los subsidios que otorgue el Gobierno nacional a las compañías del transporte publico de pasajeros. Subvenciones que por cierto han sido recortadas y transferidas a las provincias, que ya expresaron que no tienen los recursos necesarios para mantenerlas y en varios casos ocasionaron subas de tarifas.
Por ese motivo, ante la falta de actualización salarial de enero y febrero de este año, la UTA arrancó un paro de actividades entre las 22 y las 6 en casi todo el país. Quedaron a salvo de la medida de fuerza la Capital Federal y el conurbano bonaerense, donde los pagos del Ministerio de Transporte se volcaron de manera casi lineal a los aumentos de salarios.
