La Unión Industrial Argentina (UIA) repasó ayer reunida en Comité Ejecutivo la crítica situación por la que atraviesan las fábricas argentinas. La contracción del consumo inevitablemente conlleva a un escenario de caída del nivel de empleo y cierres de pequeñas y medianas empresas, cuyo único salvavidas sería un plan para el desarrollo de la producción que pudiera dar un viraje y evitar este trágico final.
La crisis de las Pymes fue el tema central de la organización más importante del país en materia industrial que busca desesperadamente una salida a la crisis para no seguir engrosando las filas de los ya 100.000 trabajos perdidos desde el 2015.
El cálculo señala que la suba en la actividad económica deberá ser de 3% como piso para retomar el empleo en la industria. «Es mejor ayudar a las empresas a que sostengan el empleo que generar subsidios a los desempleados porque lo importante es producir para generar ganancias al país, en exportaciones y en aportes a las cuentas del Estado», afirmaron los especialistas.
En la mesa de la UIA existe un fuerte escepticismo sobre la predisposición que puedan encontrar en el Gobierno nacional. De hecho, quedó descartado que la entidad realice algún pedido especial aun cuando la situación sea conflictiva. «Habrá recesión durante todo el año que viene»,anticipan desde la entidad.
Existe, sin embargo, una esperanza sobre una reactivación para la última parte del año por el escenario electoral, pero aclararon las fuentes que será «un veranito» que no alentará a invertir. «Nadie va a mover nada hasta que no haya un plan serio, que permita saber que la plata será mejor usada en generar producción y trabajo que ponerla en bonos o dólares», admitió el dueño de una Pyme local.