La UIA  aseguró que se necesitan 10 años de crecimiento para recuperar la crisis local

La Unión Industrial Argentina se basa en dos números para realizar ésta afirmación: la actividad registró una baja acumulada del 6,3% en 2019 y terminó el año con casi 60 mil empleos menos.

Estos números son demoledores a la hora de pensar en la reactivación, lo que hace suponer que se necesitarán unos 10 años seguidos de suba al 4% anual para recuperar este nivel, informó  la principal entidad que nuclea a los empresarios argentinos.

De acuerdo al informe difundido, el 2019 finalizó con una caída de la producción industrial de 13% respecto de 2015 y de 7,5% con relación al máximo de 2011. En diciembre  la actividad industrial tuvo una variación de -1,4% interanual y de -0,1% mensual en la medición desestacionalizada.

Pero si éstos números resultan preocupantes, cuando se los analiza en términos per cápita (computando el crecimiento vegetativo argentino) ascienden en forma alarmante y la caída de todo el año pasado respecto de 2011 se eleva al 24%.

El resultado «refleja una fuerte contracción de la demanda interna con una caída del consumo privado del 7,8% (acumulado 3 trimestres de 2019) y del bajo dinamismo del mercado externo en un escenario de gran volatilidad macroeconómica con presión sobre el tipo de cambio, la inflación, la tasa de interés y los costos energéticos, tributarios y logísticos» esgrimen desde la entidad.

Con esos números el Gobierno se obstina, en alentar el consumo, a través de los aumentos a los sectores más vulnerables que son los que vuelcan rápidamente sus ingresos al circuito comercial, al mismo tiempo que otras medidas como la devolución del IVA a Jubilados, que persiguen el mismo objetivo.

La caída interanual fue mayor en el primer trimestre del año (9,6%) por la mejor base de comparación que había dejado el primer trimestre de 2018, antes del primer salto cambiario.

Datos oficiales: en enero, una familia necesitó más de 40 mil pesos para no ser pobre

Luego la caída se estabilizó en torno al 4%/5 entre el segundo y tercer trimestre y finalmente se moderó a 2,7% en el cuarto, ya con una muy baja base de comparación anterior. Y en particular, la industria automotriz fue la que más se contrajo en 2019, al registrar una caída de 32,5% y alcanzar el nivel de producción más bajo desde el 2005.

La contracción del año pasado se vinculó principalmente con una fuerte reducción de las ventas al mercado interno (-48%) y con caída de las exportaciones (-17%). En cuanto al comercio exterior, 2019 cerró con una caída de las exportaciones de manufacturas del 0,7% interanual.

Por su parte, la utilización de la capacidad instalada de la industria reflejó la dinámica contractiva de la actividad, al alcanzar en promedio 59,4% (o sea unos 3,6 puntos por debajo de 2018).

En cuanto al empleo, el trabajo asalariado privado en la industria acumula una contracción promedio de 5% interanual con datos a noviembre de 2019 (58,7 mil puestos menos que en 2018), lo que significa que «El empleo industrial no crece desde enero del 2016 y se ubica en el menor nivel en más de 10 años».

Si bien desde la entidad son prudentes, concluyeron: «si se mantiene la previsibilidad del mercado cambiario y el sendero de reducción de tasas de interés y la inflación, podría haber una mejora relativa del consumo que, junto con el pronóstico de crecimiento para la industria de Brasil, son factores que podrían frenar la caída de la demanda y mostrar ciertos signos de mejora a partir del tercer trimestre del año».