Será diez días más tarde cuando todos puedan responderse por fin, por qué Cristina Kirchner “desplantó” a la central obrera y a los principales referentes del PJ, además de a gobernadores, intendentes y funcionarios del mismo Gobierno, incluido el presidente Alberto Fernández, el día de la Lealtad peronista a la sede de la calle Azopardo.
Algunos como Héctor Daer, el secretario general de la Confederación General del Trabajo, ya aproximaron una respuesta para su ausencia: “quería dejarle toda la centralidad al presidente”. Sucede que Cristina, a veces se magnifica más todavía cuando no está presente.
También cierta la respuesta que intentó darse el diputado Valdés al ser consultado sobre las posibles razones de la ausencia de la ex mandataria donde señaló que a ella “le gustan más otros escenarios” o “toma decisiones muy particulares”.
José Luis Gioja, lo planteó como una descripción del “gorilaje” y afirmó que Cristina Kirchner es “la gestora de ésta unidad que nos llevó al gobierno” por lo que desmintió “rispideces” entre los máximos referentes de la coalición del Frente de Todos.
Pero en realidad, habrá que esperar para quitarse la intriga. Lo que dicen desde el propio riñón del kirchnerismo es que la ex presidenta hará una fuerte aparición el 27 de octubre, a diez años de la desaparición de su esposo, el ex presidente Néstor Kichner, que moría repentinamente aquel día en el país tenía en su agenda el Censo Nacional de las personas.
Y según anticipan, allí sí estarán juntos con Alberto Fernández, y tendrán por fin la foto buscada para desmentir a “propios y ajenos” posibles fricciones o rupturas. Pero claro, en ese marco ella será la número uno, indiscutidamente, y Alberto la secundará, inevitablemente, por más que sigamos repitiendo el latiguillo de que en un sistema presidencialista la figura que se impone es siempre primero, la del presidente de la Nación argentina.
Serán diez días consecutivos de discursos conmemorativos del ex presidente y homenajes a partir del sábado 17 de octubre al hombre que pudo sacar en aquel tiempo –a partir del 2003- a la Argentina de una crisis casi tan profunda como ésta. Diez días que culminarán el próximo martes 27, jornada en que las preguntas sobre el intrigante “faltazo” encontrarán respuesta.
Un “día épico”, según anticipan los más fervientes kirchneristas y amantes del matrimonio santacruceño. Cualesquiera sean los intentos de armar los rompecabezas del pensamiento de Cristina, deberían saber, a ésta altura, que ella se anticipa -como verdadera estratega- a la próxima jugada y sabe exactamente qué hacer con la pieza que precede a la estocada final.