Según un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción industrial PyME cayó en el mes de marzo un 8,4% en relación con el mismo mes del año pasado. En el trimestre se acumula un retroceso de 7,8% interanual.
Los retrocesos más significativos se registraron en los rubros “material de transporte” (-18,2%), “productos minerales no metálicos” (-13,7), “calzado y marroquinería” (-13,5), “caucho y plástico” (-12,9), “metal, maquinaria y equipos” (-10,9), “madera y muebles” (-10,6), “textiles y prendas de vestir” (-9,6), “alimentos y bebidas” (-5,6) y “productos químicos” (-6). Sólo se registraron mejoras en la fabricación de “productos eléctrico-mecánicos e informática” (3,1%) y de “papel, cartón, edición e impresión” (3%).
En el tercer mes del año el uso de la capacidad instalada subió a 60,6%, un aumento de 1,7 puntos respecto de febrero. Algunas empresas aumentaron su producción, acumulando stock, ya que las ventas al mercado interno no crecieron. La vía exportadora podría ser una salida para esos bienes acumulados, pero apenas el 42% de las PyME hoy está en condiciones de exportar competitivamente debido a los altos costos de producción.
Desde la CAME se detalló: “La situación de la industria sigue siendo delicada y con cambios de comportamiento a tener en cuenta. El 75 por ciento de los empresarios consultados no cree que la reactivación del mercado interno en su actividad comience este año, y eso está impulsando a muchos a realizar cambios en la estructura de la empresa o innovaciones que les permitan reducir costos, introducir nuevos productos o exportar para sortear la crisis”.
En cuanto a las perspectivas de futuro, sólo el 26,3% de las industrias pymes cree que la producción aumentará en los próximos seis meses, mientras que un 49,8% cree que se mantendrá en los niveles actuales y un 17,1% opina que continuará bajando.
“En el contexto actual el empresario pyme pide cambios en la economía, y entre las prioridades hay consenso en cuatro frentes fundamentales: reactivar el mercado interno, bajar los costos financieros, estabilizar la economía, y bajar la presión fiscal. Detrás de eso, vienen otros obstáculos como los juicios laborales, los embargos de la AFIP, y en algunos sectores, las importaciones que, si bien caen, pesan en aquellos rubros donde el consumo se retrajo fuerte”, concluyó el informe de CAME.