Tanto las principales organizaciones ruralistas como los empresarios agrupados en la Unión Industrial, si bien eran críticos de la situación económica actual, coincidían en la necesidad de conservar el rumbo en el que había iniciado Martín Guzmán, dispuesto a bajar el déficit fiscal y ordenar las cuentas del Estado.
Si bien, la inflación venía haciendo un enorme daño a la gestión y recibía críticas por ello, las medidas de restricción de exportaciones o de importaciones, más afines al ala kirchnerista del Gobierno que Guzmán avaló, comenzaron a distanciarlos pero su renuncia los preocupó aún más.
Y la llegada de Batakis –la ministra del consenso- les abre tanto al campo como a los industriales, un gran interrogante respecto a si habrá nuevas y mayores restricciones, cepos, medidas de control de precios, en fin, mayor intervención estatal.
Positiva reacción sindical a la llegada de Silvina Batakis en reemplazo de Guzmán – Estado de Alerta
El campo con una medida de fuerza decretada para el 13 de julio ante la falta de gasoil, ya empieza una relación tirante, pero probablemente éstos días puedan revisar la situación y sentarse para analizar y acordar el devenir de las próximas semanas o meses.
Los representantes de PyMes se enfocaron más que nada en que “el nuevo ministro debe tener consenso político, espíritu industrialista y una gran sensibilidad para tomar medidas basadas en explotar al máximo la productividad, el mercado interno, las exportaciones y las fuentes de empleo para asegurar la paz social”, algo de lo que Daniel Scioli, actual ministro de Producción y ex jefe de Batakis, ya dio por garantizado.
«Esperamos que desde la nueva gestión en el Ministerio de Economía se encuentre una solución al grave problema que tenemos con la inflación. El cual pone en riesgo las estructuras de las empresas nacionales y también el consumo, desde la corrosión del poder adquisitivo de la gente», solicitaron, algo que ya el sindicalismo está pidiendo desde hace meses.
Ese es uno de los principales desafíos con los que llega la ex ministra de Hacienda de la provincia de Buenos Aires, candidata en el 2015, al lugar que hoy finalmente ocupa. La segunda oportunidad ha llegado para la funcionaria fueguina, fanática de Boca Juniors, que ocupaba hasta el viernes un destacado lugar en el Ministerio del Interior, junto a Wado de Pedro.