El aumento de las tarifas de energía eléctrica que había autorizado Vidal para enero de 2020, del orden del 25%, será anulado por la administración de Axel Kicillof. Así lo aseguró el flamante gobernador en su discurso ante la Asamblea Legislativa.
“Vamos a dejar sin efecto el aumento de tarifas, estableció y agregó: “Si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa, es un saqueo”, expresó en referencia a los valores de las boletas de las empresas energéticas. En esa línea, sostuvo que “la Corte Suprema, en un fallo de 2017, dijo que las tarifas tienen que ser razonables, que las empresas tengan una rentabilidad normal”, y “que todos puedan abonar esas tarifas”.
Cabe recordar que Vidal el 30 de octubre pasado había autorizado el incremento de la electricidad para 2020. Según fuentes de su gobierno, el alza debía haberse establecido en agosto pero la dirigente de Cambiemos lo postergó. Esa actualización del valor de las boletas de las distribuidoras Edelap, Edea, Eden y Edes, y las 200 cooperativas que operan en el territorio se dispuso a través de la resolución 1.713 del Ministerio de Infraestructura bonaerense.
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Dicha disposición marcaba que los usuarios residenciales debían pagar $3,53 el kilowatt hora, contra los $3,20 que se abonan actualmente, mientras que los cargos fijos se iban a incrementar más de 40% para ubicarse en $121,26 para usuarios residenciales.
Sin embargo eso quedó atrás. Como mencionó Kicillof, comenzó “una nueva etapa” de compromiso con los y las bonaerenses. Además, afirmó que “en el último tiempo se frenaron muchos pagos” y que eso “se ve en la obra pública”. El dirigente del Frente de Todos destacó también que la falta de recursos “afectó también al Banco Provincia”, y remarcó que “se redujo la parte de los préstamos al sector privado en un 11%”.
En su primer discurso, el gobernador tocó muchos temas y entre ellos se expresó sobre la crisis alimentaria que ocupa al país:”la mejor política para terminar con la vulnerabilidad, con el hambre, es dar trabajo”, y puntualizó que “el comercio y la industria atraviesan una situación dramática”.
También manifestó que “en cuatro años cerraron 3.300 pymes industriales” en el distrito y destacó que también bajaron sus persianas 9.500 comercios “que no son números: son personas, hogares, mujeres, niños, trabajadores, es gente de carne y hueso”.
