La policía de la Ciudad rodeó a trabajadores del lavadero Apparel para impedir protesta

Los trabajadores del Lavadero Apparel vienen realizando desde hace varios días, una protesta frente a las puertas de la empresa, en reclamo por incumplimientos salariales, aportes jubilatorios y contribuciones a la obra social, lo que “pone en peligro sus derechos previsionales y de cobertura de salud”.

En la jornada de este viernes, mientras se desarrollaba la manifestación, según denunciaron los propios empleados, varios carros de asalto de la policía de la Ciudad se ubicaron a metros de los trabajadores para intimidarlos.

En el conflicto está participando gremialmente el Sindicato de Tintoreros Sombrereros y Lavaderos (UOETSYLRA) que lidera Luis Pandolfi, acompañando la concentración frente al establecimiento ubicado en el barrio porteño de la Chacarita, propiedad del empresario Carlos Martínez Casado.

En diálogo con Estado de Alerta por Radio Cooperativa, Pandolfi denunció «que las condiciones laborales son totalmente irregulares, agravadas por la crisis sanitaria que se vive actualmente producto del Coronavirus», motivo por el cual, los trabajadores también están pidiendo que «se extremen las medidas de higiene y seguridad para evitar infecciones intrahospitalarias y en el personal que manipula las prendas sanitarias».

Pandolfi: «Es alarmante la situación laboral del lavadero Apparel»

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Según denunció el titular de UOETSYLRA, “todo el material de prendas de sanidad que hoy provee este lavadero a diferentes sanatorios y hospitales corre riesgo de incumplimiento con las normas que aseguran la no contaminación”. De hecho, solicitó a las autoridades que “verifiquen la tarea que actualmente lleva adelante el Lavadero Apparel”.

Finalmente, Pandolfi también recordó que «varios de los procesos licitatorios  de esta actividad se encuentran en revisión por la forma en que se realizan y se otorgan, tanto en el servicio que brindan éste y otros lavaderos para proveer de ropa limpia a sanatorios y hospitales, como cuando son contratados por el gobierno porteño».